Y después de todo esto, ¿Cómo retomamos?
Por: Kelly Hurtado
Gerente Optifit
Una vez decantamos todo lo que ha venido sucediendo en Latinoamérica desde marzo, descubrimos que lo único estable es el cambio, y siendo muy sinceros a nadie le gustan los cambios, es algo inherente en el ser humano, esa resistencia significa también supervivencia.
Para poder pasar la página de este “trauma”, esta palabra suena fuerte pero apropiada para la situación, según la RAE quiere decir choque o impresión negativa fuerte y duradera; es importante entender todo ese cúmulo experiencias que pasaron dentro de nosotros.
De repente nos vimos en nuestras casas conjugando un montón de cosas, nuestra vida familiar, laboral, espiritual, social etc, tuvimos que cambiar rutinas, hábitos, formas de relacionarnos. Así que hemos venido en una montaña rusa de emociones y sensaciones. En marzo teníamos una circunstancia de incertidumbre que paralizaba, y después de casi siete meses, todo el panorama ha cambiado y hemos transitado por muchas vivencias.
¿La falta de certeza, cuándo va a terminar este tema? Primero que en junio, luego que julio, y así vamos… Bueno pues nadie lo sabe, y aunque ha habido una curva de aprendizaje, es imposible planear y proyectarnos, esto puede afectar nuestra estabilidad emocional. Esta situación nos lleva a consumo de alcohol, tabaquismo, fatiga, insomnio, y a veces hasta reacciones cognitivas, que impactan directamente en nuestra productividad y es posible que nuestra salud. El miedo a enfermarnos, o morir, a salir de la casa; se puede transformar en tristeza cuando hay pérdidas humanas, o de cualquiera otra índole (económicas, sociales).
Mi invitación hoy es a entender y respetar que cada uno de nosotros transita esta pandemia/confinamiento de manera única. Hay varias metodologías que nos ilustran los procesos del cambio/duelo. Una de ellas y la que a mi manera de ver es mucho más clara es la curva de Fisher, que nos muestra distintas maneras y etapas de asumir el cambio, desde fases como la ansiedad hasta la aceptación.
Reflexiona. ¿Algo de esto te resonó? Hoy, después de 7 meses, ¿dónde estás en la curva de Fisher? ¿Aún estás enojado? ¿O ya encontraste qué vino a decirte la pandemia? No te juzgues, no te sientas solo, todos estamos en el mismo proceso de transición lo importante es fluir.
Como ves, sentirse AMENAZADO por el cambio y reaccionar con MIEDO y ANSIE- DAD es algo normal. Así como también sentir terror al preguntarse constante- mente ¿Cómo será mi vida tras el cambio? ¿Cómo me afectará? Tendré que trabajar de distinta manera, ¿sabré hacerlo? ¿Cómo vuelvo al trabajo? ¿Cómo organizo mis finanzas? ¿Cómo organizo mi negocio? (…).
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) la caída
del comercio mundial para este año podría ser de una cifra alrededor del 7.6%, y una tasa de desempleo alrededor del 10%. Específicamente en Colombia la caída el la actividad llegaría a 8.2%, el desempleo en Julio de 2020 según el DANE en Col llegó al 24%, 14% más que el año pasado para esa misma fecha, son cifras preocupantes; la estimación de Bancolombia es que en 5 años lograríamos recuperar las tasas de crecimiento que llevábamos antes de la pandemia; así que este panorama incierto se extenderá por un buen rato.
Esta suma de elementos sostenidos en el tiempo, nos genera estrés en mayor o menor intensidad, y es fundamental entender que cada uno lo vive de manera distinta dado que tiene un entorno único, y unos recursos internos para soportar la situación, cada uno se va interpretando los hechos con su propia visión.
Tenemos que recobrar la esperanza, todos necesitamos proyectar el futuro, eso es lo que nos ilusiona, nos motiva a seguir. El cambio nos sorprende y vamos a necesitar un tiempo de adaptación, cada uno lo va organizando según sus herramientas.
¿Qué podemos hacer?
1. Soltar
Buscar controlarlo todo, incluso la pandemia (decisiones del gobierno, indicadores financieros, desarrollo del COVID y cómo asimilaría mi cuerpo un posible contagio) puede generar ansiedad y frustración cuando las cosas no salen como queremos. Nuestro mundo es todo menos controlable, sin embargo, esa sensación de control nos da seguridad, para vivir con “normalidad” y funcionalmente; aunque sea una ilusión inalcanzable. En realidad, es una estrategia para encarar el MIEDO a lo desconocido.
“Acepta, No es resignación, pero nada te hace perder más energía que el resistir y pelear contra una situación que no puedes cambiar”. Dalai Lama, líder espiritual del lamaísmo o budismo tibetano
Siendo conscientes de esta realidad, la idea seria centrarnos en lo que esta en nuestro control, como lo es, nuestra actitud frente a los hechos, nuestras acciones, nuestros comportamientos; en vez de desgastarnos en cosas que no dependen de nosotros
2. Revisar nuestra salud mental y nuestras relaciones.
La Organización Mundial de la Salud señala que 60% de la improductividad de las personas se debe al estrés (cifra antes de la pandemia). Durante este confinamiento seguramente nuestra salud mental varió, es posible que ahora nos sintamos más fortalecidos, o por el contrario angustiados, aburridos y/o desesperados esperando que todo termine para volver a ese mundo que conocimos, la noticia es que todo y todos hemos cambiado.
Estamos atravesando quizás, el desafió más grande de nuestras vidas, navegando la incertidumbre con nuestros recursos (emocionales, espirituales) no hay forma de no llevarnos alguna lección de ellos, sobretodo si estamos cuidando nuestro bienestar emocional.
Hablemos de lo que nos pasa… eso nos alivia, nos calma y nos cura; ahora las EPS cuentan con servicios como terapistas, sicólogos, grupos de apoyo y siquiatras. Aceptemos nuestras emociones, son parte de nosotros.
Busquemos espacios que nos generen bienestar, a veces en soledad, en pareja, con los hijos, amigos y familia, sería recomendable personas que sumen y no que resten.
Que tengamos un convivencia “obligada” no significa que hagamos todo todos, o estemos en el mismo lugar al mismo tiempo.
Generar nuevos hábitos y rutinas, estos calman la ansiedad
3. Organizar tiempos y espacios.
Este eje es clave, es posible que este tiempo de confinamiento nos haya demostrado lo mal o bien organizados que estamos; ¿es posible que trabajáramos muchas horas, pero en realidad que tan contentos estábamos con esos resultados? ¿Estábamos siendo del todo productivos?
“No soy organizada porque tenga tiempo. Tengo tiempo porque soy organizada” NAPO
Hagamos planes, proyectemos cosas, en donde el “covid y sus consecuencias” no se interpongan.
Planificar actividades que hemos postergado, y que nos genere satisfacción terminarlas (Eduación, llamadas a seres queridos, arreglos locativos, lectura libros…)
Generemos actividades que nos diviertan, que nos hagan sentir bien: comedias, baile, ejercicio, humor y conexión social; son formas geniales de mitigar la angustia.
4. Solidaridad y empatía
Esto ayudará a otros y ti mismo. Todo lo que signifique ayudar, nos impactará po-
sitivamente. Llevándonos a un espiral de senmientos, emociones y acciones positivas que se reflejarían en nuestro quehacer diario y nivel de insatisfacción.
“Tal vez la esperanza es como las brasas bajo las cenizas; ayudémonos con la solidaridad, soplando en las cenizas, para que el fuego salga otra vez.” Papa Francisco.
5. Resiliencia
Esta capacidad que nos permiten transformar situaciones de dolor en acciones constructivas, o como lo define uno de los autores que más ha estudiado el tema Boris Cyrulnik: definió la resiliencia como la capacidad de salir adelante y de resistir en los momentos de adversidad
Como todo lo demás, esta herramienta será distinta en cada uno de nosotros, cada uno de nosotros llevamos dentro de nosotros elementos y recursos que nos hace sentir poderosos.
Pero no basta con la teoría, no es suficiente QUERER ser resilientes, necesitamos ejercitar y trabajar en nosotros mismos ser personas resilientes, desde la consciencia, con recursos de la niñez, generando entornos de seguridad, recordando situaciones en la vida donde SI pudimos, situaciones donde demostramos que encaramamos de una manera efectiva.
La resiliencia será útil cuando esta circunstancia se acabe, se termine…. sin embargo, es importante tenerla lista y preparada para esta nueva normalidad.
“El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional” Budha
Entonces consciencia de nosotros mismos y nuestro entorno, autoconocimiento (debilidades, fortaleza, estado de nuestra salud mental), tolerancia, empatía, solidaridad, gratitud, mitigan el estrés, la culpa, angustia y demás sentimientos que están a al orden del día por estos días.
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