Claudia Lorena Jiménez, Optómetra Universidad de Salle; Especialista en Seguridad y Salud en el Trabajo Universidad del Bosque;
Diplomada en Salud Visual y Seguridad en el Trabajo, Universidad de La Salle.
Kelly Nataly Rincón, Optómetra Universidad de Salle; Diplomada en Salud Visual y Seguridad en el Trabajo, Universidad de La Salle.
Ingrid Astrid Jiménez Barbosa. PhD en Optometría. The University of New South Wales, Sydney, Australia

El uso de dispositivos móviles y tecnológicos a nivel mundial ha ido en aumento en los últimos años y con esto ha surgido una variedad de molestias visuales y oculares que han resultado en el Síndrome Visual Informático (SVI) (1) (2)(3).

Los síntomas del SVI que se pueden presentar varían de acuerdo con las horas de exposición a pantallas digitales en el ambiente laboral por el uso continuo y diario de los dispositivos electrónicos aproximadamente entre dos o más horas (4) (5).

Algunos de los síntomas que los usuarios reportan son la fatiga visual asociada con la afectación en algunas funciones binoculares como la disminución de la amplitud de acomodación, reducción de la convergencia fusional y aumento de exoforias, el cual conlleva a reportes de
visión doble en visión cercana, visión borrosa transitoria y cefaleas temporales con corrección óptica (6) (7) (8).

A nivel ocular se ha evidenciado una alteración en la frecuencia de parpadeo, su valor normal esperado sería de 22 veces por minuto, sin embargo, se ha encontrado casos en los que solamente se parpadea de a 4 o 5 veces por minuto constituyéndose en una importante alteración. Debido a esto, es común encontrar un sin número de síntomas asociados como resequedad ocular, rasquiña, irritación ocular, hipersensibilidad a la luz y en algunos casos dolor ocular (9)(10)(11).

Otros factores que pueden aumentar el número de síntomas de los pacientes están relacionados con la distancia en que se usan los dispositivos electrónicos, el tipo de iluminación y la postura en que se debe realizar la tarea (12)(13).

En la actualidad existen diferentes estrategias para mitigar los síntomas del SVI. Entre los más comunes se encuentra el control del nivel de iluminación para evitar el deslumbramiento y mejorar el contraste de la tarea que se está realizando para permitir al usuario tener una buena calidad visual de los objetos, formas, colores previniendo la fatiga visual (14) (15).

El manejo de las condiciones ambientales como la temperatura en el lugar de trabajo, ya que se a demostrado que la baja humedad, altas temperaturas y corrientes de aire emitidas por aire acondicionado, calentadores o ventiladores pueden afectar la estabilidad de la película lagrimal, generando molestias oculares (16)(17); evitar posturas prolongadas y forzadas que se pueden adoptar por cansancio, adecuación incorrecta del puesto de trabajo, no tener el mobiliario adecuado y algunos factores individuales del trabajador que pueden desencadenar trastornos musculoesqueléticos o alteraciones visuales.(18)(19)

Sin embargo, hoy en día existen otras alternativas que son tendencia a nivel internacional como la regla 20 20 20 (cada 20 minutos miro por 20 segundos a 20 pies) la cual ha demostrado beneficios a nivel visual y ocular (20).

Gracias a esto se han investigado otras técnicas con el mismo enfoque de ejercicios visuales por medio del yoga visual el cual es una combinación de prácticas de posturas específicas que junto con la regulación y la meditación mejoran las condiciones de fatiga visual entre otros síntomas de disconfort a nivel ocular y general. (20)

Existen diversas técnicas del yoga que pueden ser aplicadas a la reducción de la fatiga visual e incluso ayudar a mejorar en cierta medida la visión en sí misma. Teniendo en cuenta la evidencia científica al respecto, (21,22,23) los ejercicios de yoga visual que han demostrado una reducción en la fatiga visual consisten en la aplicación de diferentes pasos tales como:
1. Movimiento de ojos: mover lentamente los ojos en diferentes direcciones, repetir de 6 a 8 veces y respirar profundamente.
2. Ejercicios de enfoque: Observar un objeto y enfocarlo unos segundos de cerca y después de lejos y volver a hacerlo. Repetir 6 a 8 veces. Respirar profundamente.

3. Frotar las manos: Frotar las manos vigorosamente durante un par de minutos hasta que se sienta calor en la palma de la mano. Luego, cubrir los ojos con las manos para bloquear la luz, asegurándose de no tocar los párpados para evitar posibles infecciones. Sentir el calor de las manos en los ojos, respirar profundamente y relajar los ojos.
4. DRISHTI: Enfocar la mirada en un objeto a la distancia y mirarlo durante unos minutos y relajar la mirada.
5. DRIFTING: Enfocar los ojos en algún objeto a la distancia, respirar profundamente y exhalar. Repetir 2 veces más, entonces lentamente cambiar la mirada a otro objeto a la distancia y cuando se observe respirar varias veces, entonces enfocar otro objeto. Continuar el enfoque a la distancia lentamente, asimilando el entorno. Se recomienda hacer esta actividad al aire libre o hacerlo en un espacio donde haya ventanas.
6. TRATAKA: Observar la luz de la vela en un cuarto oscuro. Mantener la mirada y no parpadear. Este es un ejercicio de purificación tradicional, entonces sentirá sus ojos lagrimear. Cerrar los ojos y visualizar la vela tan clara como sea posible. Mantener la imagen por unos minutos. Intentar extender la longitud del tiempo de visualización.
7. Cubrir y descansar: Acostado boca arriba cerrar los ojos y cubrirlos con una toalla, respirar profundamente, relajar el cuerpo y los ojos con cada exhalación.

Durante el día se debe recomendar al paciente realizar pausas activas y hacer ejercicios de enfoque ocasionalmente para descansar los ojos. Es importante hacer seguimiento a los síntomas presentados por el paciente y brindar las indicaciones necesarias para evitar lesiones durante la práctica de yoga visual. Aunque existen algunos estudios (24,25) que comprueban que la práctica del yoga mejora y disminuyen los síntomas reportados por fatiga visual, es importante considerar la realización de más investigaciones en el campo para que su uso se pueda dar de manera más regular.