En Colombia el territorio destinado a cultivos ha ido en aumento y por tanto el uso de compuestos químicos encargados de la prevención y erradicación de plagas también lo hace; en ese orden de ideas, los trabajadores se encuentran expuestos a repetidas dosis, en periodos largos de tiempo, de los componentes de dichos pesticidas y herbicidas.

PAULA ANDREA QUIROGA MORENO

Optómetra Universidad de La Salle, miembro del semillero de investigación en salud visual y ocular. Universidad de La Salle. Facultad Ciencias de la Salud.

JESSICA XIMENA BAQUERO CASTILLO

Optómetra Universidad de La Salle, miembro del semillero de investigación en salud visual y ocular. Universidad de La Salle. Facultad Ciencias de la Salud.

INGRID JIMÉNEZ BARBOSA

PhD en Optometría (University of New South Wales- Australia); Magister en Administración (Universidad de La Salle); Especialista en Administración de Salud Ocupacional (Universidad Jorge Tadeo Lozano); Optómetra (Universidad de La Salle). Profesora Asociada e Investigadora Universidad de La Salle, Facultad de Ciencias de la Salud.

Introducción

En Colombia el territorio destinado a cultivos ha ido en aumento y por tanto el uso de compuestos químicos encargados de la prevención y erradicación de plagas también lo hace; en ese orden de ideas, los trabajadores se encuentran expuestos a repetidas dosis, en periodos largos de tiempo, de los componentes de dichos pesticidas y herbicidas. Todo lo anterior conlleva a intoxicaciones agudas o crónicas que pueden llegar a comprometer el estado de conciencia, la memoria, fuerza atención y la vida del sujeto. ^{[1, 2].} Afectan principalmente al sistema nervioso tanto central como periférico lo cual implica alteraciones sensoriales y motoras, además de algunas funciones visuales entre las que destaca la sensibilidad al contraste; esta sufre variaciones como resultado de los cambios en las vías visuales ^[3]

Por lo anterior, resulta crucial establecer las alteraciones del sistema visual, que se hayan generado por un factor en particular, mediante una evaluación completa de dicho sistema; ya que como como lo han determinado estudios realizados entre el 2005 y el 2010 la exposición a solventes orgánicos como plaguicidas vegetales afectan la diferenciación de células nerviosas y placentarias y provoca involución de células hepáticas; previo a eso, o como durante los años 2002 y 2003 en donde otros autores encontraron que el imazalil  produce malformaciones durante el periodo embrionario  y daños irreversibles en materia ocular ^{[3,4, 5, 6]}

La valoración de trabajadores del agro es importante, ya que como se ha dicho anteriormente, estos productos son agentes neurotóxicos que pueden afectar la retina, un tejido nervioso constituido por células especializadas para funciones como percepción de contraste; una vez afectadas la información emitida es alterada, manifestándose en la dificultad para la percepción de las diferencias de luminancia, dando como resultado variaciones en las frecuencias espaciales; es por eso que la toma de la sensibilidad al contraste es una prueba que brinda información útil para confirmar o descartar posibles intoxicaciones por neurotóxicos.

El objetivo de la presente investigación fue Identificar el grado en el cual la visión al contraste como función visual puede verse alterada por la exposición a determinados pesticidas y herbicidas.

Sensibilidad al contraste

Es la capacidad que tienen los seres humanos para distinguir un objeto de su fondo, o dicho de otra forma detecta objetos de varios tamaños de bajo contraste ya que discrimina diferencias de iluminación entre área adyacentes; así proporciona información sobre la calidad de la visión evidenciando patologías que limiten la calidad visual y que no pueden ser detectadas mediante las pruebas de agudeza visual ^[7], la sensibilidad al contraste mejora con la edad y decrece nuevamente al llegar a la vejez sobre todo en las frecuencias espaciales medias, esto se relaciona con el estado de maduración e integridad de la fóvea. Su medición se puede realizar con cartillas o test con bajo contraste (gris sobre fondo brillante). ^{[8,9, 10]}

La práctica clínica exige pruebas diagnósticas que sean rápidas y precisas es por eso que la medida de la sensibilidad al contraste es un aporte fundamental en el campo de la neurotoxicología ambiental ^[11] ya que permite detectar desórdenes neuronales secundarios a exposición a solventes orgánicos, esto se debe a que brinda información relacionada con el estado funcional de distintos canales de frecuencia espacial ^[12,13] por lo que permite detectar condiciones de pérdida visual no fácilmente encontrados con pruebas de agudeza visual ^[14]

La evaluación de la sensibilidad al contraste como se mencionó anteriormente, se basa en cambiar la anchura de las bandas de luminancia y oscuridad en una rejilla de onda sinusoidal (frecuencia espacial), los ciclos por grado dependen entonces de la distancia de trabajo. Dicha medida se puede realizar mediante cartillas tradicionales como el test de F.A.C.T ( Functional Acuity Contrast Test) el cual examina 5 frecuencias espaciales y 9 niveles de contraste. Ofrece una medición más sensible que la del Test de Snellen, evaluando efectivamente la visión a partir de un rango de tamaños y contrastes que simulan el ambiente normal; por lo que ha sido utilizado más comúnmente en distintos estudios para evaluar la sensibilidad al contraste. ^[15]. Una de las desventajas del test es la reproductibilidad en el rango de disminución de los niveles de contraste. ^[16]. Otra forma de medirla es mediante pruebas computarizadas que permiten la evaluación de umbrales más precisos al personalizar los tamaños y ampliar la gama de contrastes ^[17] 

Los pesticidas y herbicidas

Son sustancias químicas usadas para prevenir o combatir las plagas de los cultivos, contiene en su mayoría sustancias con potencial cancerígeno, son clasificados como insecticidas, fungicidas, herbicidas y rodenticidas, la mayoría del producto circula en el medio ambiente, generando efectos nocivos en el organismo, contaminación de suelos y aguas superficiales y subterráneas ^{[18,19,20] ;} en este sentido los herbicidas y pesticidas son altamente tóxicos y volátiles, hacen latencia y generan mutaciones de los epitelios corporales  ^[21]

Es por eso que el uso de elementos de protección es clave en la disminución del riesgo de intoxicación tal y como se evidenció en 2016 por medio de un estudio analítico el factor de riesgo para los trabajadores del sector agropecuario en el municipio de Pasto era de tipo químico debido a que estos neurotóxicos alcanzaban distancias hasta de 250 m, sumado al desuso de elementos de protección, en dicho estudio resalta la importancia de realizar pruebas de diagnóstico en este sector específico de trabajo ya que según los resultados que obtuvieron existen afecciones en la coordinación motora visual, conducta, memoria y detección del color, también se le atribuye la formación de tumores en la tiroides, convulsiones y cambios en el ritmo cardíaco ^[21]

Los pesticidas y su relación con la sensibilidad al contraste

En estudios previos han establecido el potencial nocivo del glifosato, el carbamato, tiabendazol e imazalil siendo éstos los componentes más comunes, ya que los primeros afectan las células nerviosas, generan muerte celular hepática y alteraciones de células placentarias, mientras que los dos últimos originan malformaciones durante el desarrollo embrionario, reacciones alérgicas y daños irreversibles en los ojos ^{[22,23, 4].} El compromiso neurológico se debe a que las sustancias lipófilas como los pesticidas atraviesan la barrera hematoencefálica por las uniones de las células endoteliales, lo que resulta en el aumento de la permeabilidad y cambios tanto estructurales como funcionales (sensorial y motor) ^[24]

Desarrollo de la investigación

En el presente estudio participaron 52 sujetos trabajadores de cultivos de flores en Sibaté, con edades entre 21 y 45 años (el promedio fue de 35,21 años) en un 82.05% mujeres y un nivel de escolaridad de bachillerato, en su mayoría, sin antecedentes sistémicos de importancia; el grupo de los no expuestos estuvo conformado por 51 sujetos entre 21 y 45 años  con una edad promedio de 30,69 años de igual forma que el grupo anterior estaba compuesto principalmente por mujeres, no reportaron tener antecedentes sistémicos y en su mayoría tienen un nivel de escolaridad de bachillerato, a ambos grupos se les practicó una prueba de sensibilidad al contraste tradicional F.A.C.T y una prueba computarizada  (basada en el patrón de Gabor orientado a 45°) diseñada con el apoyo de la Universidad de Nueva Gales del sur de Australia cuyos resultados fueron posteriormente comparados CON LA PRUEBA DE F.A.C.T, también se les aplicó el cuestionario de síntomas neurotóxicos Q16 modificado y un cuestionario de síntomas y antecedentes.

Finalmente se encontraron alteraciones en todas las frecuencias espaciales, principalmente en las frecuencias bajas y medias 1,5 y 3 en la prueba de F.A.C.T y frecuencias 1 y 2 con la prueba computarizada. Esta última prueba mostró ser más específica que el optotipo tradicional (tal y como lo han observado en estudios previos con trabajadores expuestos a solventes orgánicos usados en lavanderías [25,17]).  Sin embargo, ambas pruebas pueden ser usadas dentro de la práctica clínica. Por todo lo anterior es importante enfocar la práctica clínica diaria hacia la prevención y detección temprana de este tipo de alteraciones, así como enfatizar en el uso adecuado de elementos de protección personal visuales y generales.

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