Razones por las que los niños no ven bien

Razones por las que los niños no ven bien

Razones por las que los niños no ven bienDe acuerdo con la Licenciada en Optometría Nancy Sol Espíndola, vocera del Consejo Optometría México, las causas más frecuentes de anomalías visuales en niños son la hipermetropía, el astigmatismo y la miopía.

Los defectos de refracción o ametropías se dan cuando una persona presenta mala visión debido al mal funcionamiento óptico del ojo.

El ojo es un sistema óptico capaz de guiar la luz de manera que se pueda proporcionar una imagen nítida del medio ambiente.  Si alguna de las estructuras del ojo es diferente, esto conlleva a la disminución de la agudeza visual (visión borrosa). Los defectos refractivos son considerados como prioridad en la atención por su alta morbilidad, en especial en la población escolar y porque de detectarse de forma oportuna pueden ser tratados, lo cual incrementa la probabilidad de prevenir algunas anomalías del sistema visual que suelen ser irreversibles como es el caso de la discapacidad visual por ambliopía.

La hipermetropía se caracteriza por aparecer en los primeros años de vida, se trata de un ojo con menor longitud axial (ojo pequeño) que no logra converger la luz en el centro de la retina llamado mácula y requiere del uso de lentes positivos para lograr que los rayos de luz se junten en este punto de mejor visión.

Uno de los principales síntomas en bebés es una desviación del ojo hacia adentro (estrabismo endotrópico), ya en la edad escolar los síntomas son:  atención en general disminuida, cefalea al realizar actividades de mucha atención, normalmente no les gustan actividades como el dibujo, ver televisión o el uso de dispositivos electrónicos.

Esta ametropía o defecto refractivo, al no ser corregida de manera adecuada, es causante de ambliopía, la cual al no tratarse en las primeras etapas de la vida (antes de los 12 años) puede ser irreversible y si es en ambos ojos genera discapacidad visual.    

El astigmatismo es una condición que causa visión borrosa, tanto lejana como cercana, debido, principalmente, a la forma irregular de la córnea, la cubierta transparente del ojo.  En este caso, el ojo no es capaz de enfocar en un punto los rayos de luz, debido a la irregularidad de la córnea es posible que 2 o más rayos enfoquen en la retina y genere incluso una visión distorsionada (fantasmas en las letras).

Aunque este defecto refractivo aparece desde el nacimiento, se hace manifiesto en promedio al ingreso a la escuela, donde los niños requieren de realizar actividades finas y precisas.  Puede estar combinado con hipermetropía y presentar síntomas antes de los 3 años. En general, los papás o cuidadores notarán que el pequeño podría tener alguna desviación ocular (estrabismo) o que entrecierra los ojos para enfocar algún objeto.

El caso de la miopía actualmente llama la atención de todos los especialistas ya que en la última década (aunado al avance en uso de dispositivos electrónicos) la edad de aparición de esta anomalía de refracción se redujo a la primera década de vida.

Anteriormente, la edad de aparición en la mayoría de los casos era en la adolescencia, cerca de los 12 años, ahora encontramos casos de miopía, no relacionadas a enfermedades oculares como la retinopatía del prematuro, antes de los 6 años.

El ojo con miopía es un ojo con eje axial alargado (distancia entre la parte delantera y posterior) lo que impide que los rayos de luz enfoquen en la retina y requiere de un lente que ayude a enfocar los rayos de luz en la retina y con ello ver claramente a la distancia.

La miopía alta (cuando el grado del defecto refractivo es mayor de seis u ocho dioptrías) puede generar diversas enfermedades en la retina en la edad adulta como son lesiones en la retina periférica, anomalías maculares y desprendimiento de retina.

Para evitar el avance de la miopía, de manera enfática debemos pedir a los padres no permitir el uso de dispositivos electrónicos antes de los 2 años de edad y entre los 2 a 7 años usarlos moderadamente en horarios establecidos (no más de 2 horas por día).  Al respecto, deben preguntar al Licenciado en Optometría según el caso ya que en algunos menores pueden existir excepciones si están en programas de terapia o durante el periodo de educación a distancia.

Es posible el uso de lentes de contacto en bebés

“Ante los casos mencionados, usualmente se recomiendan gafas en los primeros años de vida por su practicidad”, destacó la Licenciada en Optometría, “pero siempre existirán excepciones pues en algunos casos es necesario el uso de lentes de contacto desde que son bebés y en otros casos se usarán lentes más terapia visual según las necesidades”.

¿Qué deben hacer los padres para mejorar el apego a los lentes?

Eviten hablar del tema amenazando al infante, deben resaltar las cualidades y no las deficiencias. Los bebés rechazan los lentes por tiempo prolongado las primeras semanas y posteriormente no tienen problemas para el uso de estos, por lo que la paciencia y perseverancia serán sus mejores aliados.

En el caso de los niños de 3 años o más, pedir la opinión del menor para la elección de los armazones ayuda a una mejor aceptación.

Escuchen al menor y pregunten:

  • ¿Por qué no te pones los lentes?
  • ¿Pesan?
  • ¿Crees que son feos?
  • ¿Alguien se burla de ti?
  • ¿Te causan alguna incomodidad en los ojos?

Tratar de hacer preguntas específicas les genera confianza para decirnos cuál es la causa y con ello orientar mejor hacia la aceptación de la ayuda óptica.

Es importante, desde los primeros meses de vida, observar con cuidado el desarrollo visual de los bebés para realizar una detección oportuna, corregir y preservar su salud visual. Existen licenciados en optometría capacitados para atender de manera especial a niños a fin de que sean un aliado en la salud de los menores y asesoren a los padres durante el proceso.

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