La contaminación es un factor de riesgo para el queratocono
El estudio muestra una correlación entre la tasa de partículas atmosféricas finas y la prevalencia de la afección.
Los rayos UV, el frotamiento de los ojos y la atopía (respuesta hipersensible tipo 1) son tres factores de riesgo conocidos para el queratocono. Recientemente, los investigadores indagaron si la contaminación, cuyo papel en la fisiopatología del queratocono no está claro, debería añadirse a esa lista.
Se realizó un estudio de correlación para determinar la influencia de la contaminación en el queratocono. El estudio analizó los niveles ambientales de partículas finas (PM) en tamaños de 2,5μm y 10μm, ya que estos están involucrados con mayor frecuencia durante los picos de contaminación y se correlacionan con la prevalencia en estudios epidemiológicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), explicaron los investigadores en su artículo.
El equipo comparó los datos de la OMS entre 2012 y 2016 con un examen bibliográfica de 24 artículos de revistas sobre la prevalencia del queratocono. El análisis estadístico mostró una correlación moderada entre la prevalencia del queratocono y los niveles de PM2.5 y una fuerte correlación con los niveles de PM10. Este estudio muestra una correlación entre la tasa de partículas finas y la prevalencia del queratocono.
«La córnea de los pacientes con queratocono podría ser, particularmente, sensible a la acumulación de especies reactivas de oxígeno y ese proceso podría ser favorecido por una disfunción de los mecanismos antioxidantes», señalaron los autores en su estudio. «A largo plazo, la contaminación podría aumentar la tasa de muerte celular y causar un proceso de degradación de la matriz extracelular que conduce al adelgazamiento de la córnea.» El impacto, especularon, podría ser mayor en los ojos queratoscólicos que en las córneas sanas. «Esto podría inducir el desarrollo de queratocono en individuos genéticamente susceptibles y agravar su evolución cuando ya está presente.»
Los autores señalaron que su análisis se basaba únicamente en dos tipos de partículas finas, no en otras sustancias de la atmósfera como metales, gases, hollín y nanopartículas.
«La contaminación parece ser un nuevo factor importante para entender la evolución o aparición de la enfermedad en terrenos predispuestos», concluyeron los autores. «Este factor podría promover los factores de riesgo existentes (frotamiento de ojos y la atopía). También tiene sus propios efectos: efectos citotóxicos, alteración de la función celular (senescencia) y aumento de la apoptosis causada por partículas constituiría un efecto directo de la contaminación en la córnea. En el estroma, las nanopartículas podrían integrarse en la estructura de las fibrillas de colágeno», alterando teóricamente la estructura y función del estroma.
Fuente:
Jurkiewicz T, Marty AS. Correlación entre el queratocono y la contaminación. Epidemiología Oftálmica. doi: 10.1080/09286586.2021.1879173