Tanto el flujo sanguíneo pulmonar como la hipertensión se relacionaron con un mayor riesgo de padecer esta patología.

Si bien se han realizado estudios de factores de riesgo, hay datos limitados sobre el vínculo entre la enfermedad cardiovascular y la retinopatía del prematuro (ROP). Recientemente, los investigadores se propusieron determinar si existe una asociación significativa entre los bebés prematuros que se someten a un examen de ROP.

Los investigadores realizaron análisis secundarios de los datos del estudio multicéntrico de validación de ROP y crecimiento posnatal (GROP-2), un ensayo de cohorte observacional prospectivo. Las enfermedades cardiovasculares se clasificaron según el flujo sanguíneo pulmonar y sistémico, la hipertensión pulmonar y la disritmia.

Entre 3.980 lactantes, el 13,3 % tenía enfermedad cardiovascular, el 40,4 % desarrolló ROP y el 12,6% desarrolló ROP grave. En promedio, los bebés con enfermedades cardiovasculares tenían un peso y una edad gestacional ligeramente más bajos al nacer. El análisis multivariado no mostró una correlación significativa entre la presencia de enfermedad cardiovascular y un mayor riesgo de ROP o enfermedad grave, según los autores del estudio.

Sin embargo, sí observaron una asociación con la enfermedad cardiovascular que resultó en un aumento del flujo sanguíneo pulmonar y un mayor riesgo de ROP, así como un vínculo entre la hipertensión pulmonar y una mayor probabilidad de enfermedad grave. Los investigadores informaron que estas asociaciones fueron significativas cuando se ajustaron por el peso al nacer y la edad gestacional.

En general, estos hallazgos sugieren que los tipos específicos de enfermedad cardiovascular, en lugar de la enfermedad cardiovascular en su conjunto, están correlacionados con la ROP. Al analizar las implicaciones clínicas de su trabajo, los autores del estudio escribieron: «Estas afecciones cardiovasculares específicas podrían incluirse como predictores en un modelo de riesgo de ROP o exámenes rápidos de ROP para bebés que de otro modo no cumplirían con los criterios de detección de ROP».

Hicieron hincapié en que estas aplicaciones requerirían una validación adicional antes del uso clínico, al tiempo que señalaron que «los estudios futuros también pueden permitirnos comprender mejor los mecanismos patogénicos que pueden ser la base de estas asociaciones».

Referencias: