Por Lic. Opt. Lupita Vergara Rojas, editora clínica

Es increíble la oportunidad de avanzar a través del tiempo y estar vivos en este 2022, compartiendo el gusto y pasión por la optometría.

Este año nos induce a pensar en los avances tecnológicos, que juegan un papel a favor de nuestra profesión, aunque en ciertos aspectos den la impresión de estar en nuestra contra.

A finales del año 2021, la noticia de la aparición de gotas para el manejo de la presbicia, que prometen eliminar el uso de lentes para ver de cerca, agradó mucho al público. Con la aprobación de la FDA sabemos de su efectividad, por el efecto miosis temporal producido por la aplicación de pilocarpina al 1.25%, al igual que sus efectos colaterales: molestia a la luz, cierto nivel de visión borrosa lejana nocturna, cefalea, entre otros.  Conforme su disponibilidad y manejo oftalmológico en nuestro país, será necesario incluir el conocimiento de su uso en nuestra anamnesis.

Por otro lado, tenemos la intervención de la tecnología como medio para mostrarles evidencias útiles a nuestros pacientes, acerca del manejo de la miopía y así ganar la aceptación de su tratamiento. Me refiero a fotos de fondo de ojo y a la biometría de ultrasonido modo A para medición de la longitud axial ocular. Existen programas informáticos, que proporcionan datos estadísticos y gráficos al optometrista, convirtiéndose, de esta manera, en herramientas de gran utilidad para mostrar a los papás del paciente pediátrico o bien al adulto joven. Del mismo modo, contamos con tecnología indispensable para lograr el diseño necesario en lentes de contacto y lentes oftálmicos correctores que logren compensar el desenfoque hipermetrópico ocular producido en esta condición, el cual provoca el aumento de la longitud axial y, por consecuencia, su aumento.

Y aunque la atención mundial se concentra en la miopía, en un corto futuro se presentará también la ambliopía (ceguera prevenible de acuerdo con la definición de la OMS), cuyas cifras comienzan a mostrar que aumentará, de manera global, en los próximos años.

Gracias a la pandemia y a la realización de trabajo desde casa, se ha mostrado el uso excesivo de la visión cercana con o sin el manejo de dispositivos electrónicos, los cuales suman la presencia de la radiación azul al sistema visual con su repercusión ocular y en ciclos circadianos. La participación de los optometristas es clave para la identificación y tratamiento de problemas relacionados con la visión binocular. Desde un problema acomodativo, forias no compensadas, evidenciadas gracias a este tipo de desempeño visual, así como estrabismos. Aquí, la tecnología es importante porque varias terapias se pueden realizar de manera virtual, bien sea para ejercitar vergencias o tratamiento de fijación excéntrica, supresión y correspondencia retiniana anómala.

También, el estudio del OCT y dominar su correcta interpretación es fundamental para nosotros.

De esta manera, podemos darnos cuenta que debemos ir de la mano con los avances tecnológicos. Así que aprovechemos esta nueva oportunidad de tiempo que se encuentra ante nuestros ojos para lograr ser competentes en diversos campos de nuestra profesión.

“Esfuerzo humano con la vista al cielo”.