Síntomas claros que indican que su hijo le está perjudicando el uso de pantallas
Una sobreexposición de más de dos horas tiene efectos negativos en la salud visual: favorece la sequedad ocular y la fatiga visual e incrementa la irritación en el ojo.
En época de vacaciones los niños pasan delante del televisor demasiadas horas. Esto, sumado al tiempo que utilizan la tablet o el móvil, aumenta en consideración el número de horas que el niño fuerza la vista ante una pantalla, lo que tiene efectos negativos para su salud visual.
Fijar los ojos en exceso sobre una pantalla disminuye la frecuencia de parpadeo, y la correcta lubricación del ojo se produce gracias al parpadeo regular, por lo que si disminuimos su frecuencia estaremos favoreciendo la evaporación de la lágrima y, por lo tanto, una sintomatología de sequedad ocular, la cual puede ocasionar síntomas como visión borrosa tanto de lejos como de cerca que fluctúa con el parpadeo, ardor o escozor de ojos junto con la sensación de arenilla dentro del ojo.
Se estima que los niños dedican de media hora a unas 4 horas y media diarias a ver la televisión. Actividades como leer, jugar o hacer ejercicio no deberían ser reemplazadas por horas frente al televisor o la tablet que son actividades más enriquecedoras para su desarrollo tanto intelectual como cognitivo y motor.
Además, los contenidos audiovisuales pueden tener un impacto negativo en el sueño de los niños. Las pantallas iluminadas tienen mucho contenido de luz azul, algo que dificulta la conciliación del sueño. Ciertas células de la retina son muy sensibles a los tonos azulados y son precisamente las que influyen más en el ritmo de secreción de melatonina (hormona que regula nuestro reloj biológico).
La recomendación es limitar el tiempo de uso de los dispositivos electrónicos; mantener una distancia prudencial con respecto a las pantallas; ver la televisión con luz en la estancia, descansar al menos 10 minutos por cada hora y mantener una distancia de mínimo dos metros respecto al televisor.