¿Qué es la luz azul?
El promedio de luz azul que hay en un día soleado es del 25% al 30%. Incluso en un día nublado, los rayos UV pueden llegar a un 80%.
La luz es esencial para varias funciones, nos ayuda a ver mejor y contribuye a nuestra agudeza visual. También, nos permite a tener una mejor perspectiva de los colores y a desarrollar varias funciones no visuales del cuerpo; por ejemplo, ayuda a regular el ciclo circadiano, regula la memoria del ser humano y el balance hormonal.
Por su parte, la luz solar contiene luz azul y rayos ultravioleta. La luz UV es parte del espectro no visible de la luz y estamos expuestos a ella cuando tomamos el sol. Esta puede causar daños en los ojos, especialmente en la córnea. El efecto acumulativo de la exposición a los rayos UV puede generar cataratas, como también principios de pinguécula y pterigión.
La comprensión de los efectos de la luz azul en la visión está incrementando cada día, gracias al interés que se ha generado en investigadores y científicos, quienes han desarrollado estudios alrededor del tema. La luz azul, la cual es parte del espectro visible, alcanza una mayor profundidad dentro del ojo y tiene un efecto acumulativo que puede causar daños en la retina. Así mismo, la luz azul contribuye al desarrollo de la Degeneración Macular Relaciona con la Edad (DMAE). La cantidad a la que nos exponemos a la luz azul depende de la hora del día, la ubicación y la temporada. El promedio de luz azul que hay en un día soleado es del 25% al 30%. Aun en un día nublado, los rayos UV pueden llegar a un 80%.
Con el surgimiento de nuevas generaciones, como los Millenialls, jóvenes entre los 25 y 35 años apasionados por el consumo de las nuevas tecnologías, los profesionales de la salud visual se enfrentan, día a día, con mayores desafíos en su consulta. El uso de tablets, televisores, computadores y teléfonos inteligentes incrementan la exposición a la luz azul-violeta, que tiene un efecto potencial de causar un daño a las células retinales, lo que conduce, lentamente, a la muerte de las células y puede ocasionar DMAE.
Una combinación de factores, que incluyen la cercanía a las pantallas digitales, la frecuencia y tiempo de uso, generan un mayor impacto de la luz azul en el ojo. El estrés y esfuerzo, mezclados con otras incomodidades físicas, es llamada esfuerzo ocular digital, una afección muy común en el siglo XXI.
En definitiva, los estilos de vida que incluyen las largas jornadas laborales hasta altas horas de la noche, están contribuyendo que los pacientes en su vida diaria estén expuestos a fuentes artificiales, fuentes de luz azul como: el computador, smartphones, televisores, fuentes de luz LED, etc.
Según investigaciones, algunas de las afecciones más frecuentes serían: los efectos adversos en la salud y la iluminación nocturna; desórdenes del sueño, los efectos de la luz en la regulación circadiana de la melatonina y sus consecuencias para las indicaciones de cáncer en el ser humano., metabolismo y crecimiento, foto daño de la retina, ojo seco, etc.
Tipos de luz azul
No toda la luz azul es dañina. La categoría azul-turquesa del rango de la luz, dentro de los índices de 465nm a 595nm, es esencial para la visión, el reflejo pupilar y en general para la salud humana. En términos generales, la luz azul puede tener efectos saludables en nuestra visión como también en nuestro cuerpo, específicamente, la luz azul-turquesa tiene efectos positivos. Una exposición inadecuada a esta luz puede afectar nuestro reloj biológico, por lo que es clave aclararle al paciente en la consulta que luz azul-turquesa juega un rol muy importante en la vida cotidiana de los individuos, dependiendo del alcance.
Como se explicó anteriormente, la luz azul es nociva para el ser humano. Cualquier aparato digital, así como cualquier elemento emisor de luz y aparatos, incluidas las lámparas ultravioletas, que tienen light emitting diodes (LED), irradian ondas de luz azul. La exposición repetitiva y constante a la luz azul emitida por aparatos retro iluminados pueden dañar las células retinales.
Por último, la luz azul-violeta, de corto alcance, la cual penetra profundamente en la retina, y para algunos individuos, la exposición acumulada a largo plazo puede acelerar la degeneración macular, aunque el daño de la radiación de la luz azul-violeta aún se encuentra bajo estudio.
Prácticas comunes para la prevención
En el momento de la consulta con sus pacientes, enséñeles algunos tips que pueden llegar a ser útiles para su vida diaria. Por ejemplo, reducir el brillo de las pantallas a un 50%, enseñando sobre buenas posturas e intentando mantener una distancia mayor a 30cm frente a las pantallas de los dispositivos móviles. Para los usuarios de computadores de escritorio, se recomienda mantener la pantalla menos inclinada para que los ojos queden más perpendicularmente al centro de la misma.
Para los pacientes que tienen largas horas de trabajo o pasan la mayor parte del día en su casa, puede recomendarles intentar rodearse de distintas fuentes de luz que tengan el mismo brillo o que estén en un rango similar, esto reduce el resplandor y el tamaño de la pupila. Así mismo, evitar leer en entornos oscuros que hacen que se agrande la pupila, proporcionando mayor impacto de luz azul en el ojo. Ajustar la iluminación, en definitiva, reduce el estrés ocular.
El tema de la prevención es un mensaje clave que el profesional de la salud visual debe trasmitir a sus pacientes de todas las edades en su consulta, con el fin de fomentar la educación en luz azul, presentando soluciones en interiores y exteriores dependiendo a las fuentes de luz a las que el paciente esté expuesto.
Adicionalmente, interactúe con su óptico para que estén conectados en la recomendación de lentes que ayuden a disminuir la penetración de luz azul en el ojo. Se considera que los lentes amarillos pueden actuar como un filtro sobre la luz azul en las personas de la tercera edad, lo cual explica el por qué ellos son más propensos a perturbaciones del sueño.
Actualmente, existen nuevas tecnologías en lentes que bloquean la luz ultravioleta como también la dañina luz azul-violeta y permite que la luz azul-turquesa penetre, sin generar distorsión del color y obteniendo una excelente claridad. Informe a sus pacientes sobre algunas marcas y compañías que ofrecen estos productos.
Es responsabilidad de los profesionales de la salud visual indagar constantemente sobre los estilos de vida de los pacientes a través de sencillos cuestionarios, que incluyan preguntas relacionadas con: la existencia de casos de degeneración macular en su familia, cuánto tiempo pasan tiempo frente a dispositivos digitales, como computadoras o tablets, o si utilizan lentes que bloqueen la luz ultravioleta, entre otros. Aún, hay mucho trabajo por realizar y depende del trabajo que realiza el profesional desde su consultorio y las recomendaciones en lentes que el óptico les ofrezca a los pacientes.