¿Por qué la defensa de la salud visual es importante para la educación infantil en las américas?
Por Judith Williams, Directora de Programas, Américas.
Los cambios sin precedentes que todos hemos experimentado a nivel global durante el año pasado, han revelado ampliamente las inequidades en salud, lo que hace que sea necesario abogar aún más por una mejor salud en general.
La salud visual no es una excepción
Durante años, Vision Impact Institute ha abogado por iniciativas globales, complementando nuestros programas de sensibilización, para dar voz a la visión dentro de la salud pública global. Ahora, quizás más que nunca, a medida que los niños experimentan interrupciones en su educación, la defensa de la salud visual infantil debe ser una prioridad absoluta.
A nivel mundial, una de cada tres personas tiene un problema de visión y 239 millones de niños viven con visión deficiente. Abordar los problemas visuales en los niños es particularmente importante porque la visión deficiente puede conducir a la falta de concentración en el aula, a un rendimiento académico pobre y a problemas de conducta. Los niños son nuestro futuro y es nuestra responsabilidad defender su derecho a una buena visión, a invertir en su futuro y el futuro de sociedades más saludables.
El abogar une las voces
Colaborar con organizaciones profesionales y miembros de la comunidad es clave en los esfuerzos para abogar por el desarrollo de políticas en defensa de la salud visual en los niños. En los Estados Unidos, continuamos utilizando la investigación basada en evidencia para abogar por una buena visión al enfocarnos en promover cambios de legislación, como exigir exámenes de la vista comprensivos para los niños que ingresan a la escuela. Como estándar de oro para detectar problemas de visión en niños pequeños, los exámenes visuales son además la forma preventiva más importante de mantener una buena visión.
En América Latina, los programas escolares de salud visual son el único punto de acceso para ayudar a detectar posibles trastornos y afecciones oculares de nuestros niños de edad temprana. Creemos que los esfuerzos de promoción allí deben estar enfocados en transformar las políticas públicas en los sistemas de salud y educación para incluir: planificación estratégica y capacitación de recursos humanos, combatir las inequidades, brindar un mejor acceso y fortalecer la entrega oportuna y de calidad de los servicios de atención visual en los niños de edad escolar.
A pesar de los muchos esfuerzos de las organizaciones internacionales y las organizaciones no gubernamentales (ONG) que han estado trabajando para encontrar soluciones que ayuden a los gobiernos a abordar la brecha en el cuidado de la vista, la discapacidad visual en los niños sigue siendo un problema sin abordar. Abogar por sus derechos ayuda a reducir las barreras a los servicios de atención visual de los niños, y destaca la importancia de una mayor coordinación y colaboración entre organizaciones gubernamentales y privadas. Todo lo cual plantea la necesidad de integrar la atención oftalmológica para niños como un componente clave de los sistemas de salud pública en los países de la región.
El abogar puede abordar la naturaleza cambiante de la educación actual.
Desde el comienzo de la COVID-19, los esfuerzos en todo el mundo se centraron en abordar una variedad de cambios de políticas de salud pública para compensar los efectos negativos de la pandemia. Un problema importante para considerar es el aumento en el tiempo que los niños pasan frente a los dispositivos digitales debido al confinamiento y los nuevos modelos de aprendizaje escolar, reduciendo el tiempo que pasan al aire libre. Incluso ya antes de la pandemia, las herramientas educativas dentro del aula habían cambiado progresivamente de pizarrones a pizarrones blancos y a tabletas o pantallas del computador.
En esta era de teléfonos inteligentes, computadoras y tabletas portátiles, y cuando casi todo se ha vuelto virtual, es difícil apartarse. Dado que es muy probable que estos modelos y herramientas de aprendizaje seguirán utilizándose por un largo tiempo, anticipamos un rápido incremento de la miopía en los niños. Según los expertos, una de las mejores opciones para combatir los efectos negativos del tiempo frente a las pantallas es limitar el uso de los dispositivos y aumentar el tiempo al aire libre, lo cual ha demostrado que ayuda a disminuir la progresión de la miopía. Sin embargo, depende mucho de nosotros asegurarnos de que los padres y educadores estén al tanto de esta alternativa.
El abogar puede resaltar las barreras de acceso
Otro efecto importante es el que algunos niños nunca regresen a la escuela. Según un informe reciente de UNICEF en América Latina y el Caribe, es probable que más de tres millones de niños abandonen la escuela, lo cual deja en riesgo y priva de acceso a los programas de salud. Esto también limitará la capacidad de las escuelas para monitorear o identificar posibles señales de advertencia de defectos visuales en el aula.
Este desafío emergente tendrá implicaciones claves en el futuro de la salud y el aprendizaje de los niños. Al generar conciencia y desempeñar nuestro papel como defensores de los niños, también estamos protegiendo y satisfaciendo las necesidades de los más vulnerables al tiempo que construimos sistemas más equitativos y fuertes.
El abogar puede impulsar la acción
El estado del mundo actual amplifica la necesidad de abogar por la salud visual. Como una de las principales preocupaciones de salud pública mundial, esto requiere avances efectivos para empoderar e involucrar a nuestros aliados, así como a líderes de opinión y gobiernos para que el cuidado de la vista esté disponible para todos los niños, incluidos aquellos en comunidades desatendidas. Mediante nuestro trabajo de gestión pública en los EE. UU., y la iniciativa Kids See: Success y a través de asociaciones aliadas de América Latina, mantendremos el compromiso de tomar medidas en todos los niveles de gobierno, fomentar la inversión y crear soluciones sostenibles para priorizar la salud visual de los niños. El éxito arribará con la promoción de leyes y regulaciones a nivel regional, nacional y estatal.
Todos tenemos la oportunidad de actuar y mejorar la salud visual y la equidad de nuestros niños. Unámonos y seamos una voz para la visión infantil y su futuro.
Judith Marcano Williams es la Gerente de Programas para las Américas del Vision Impact Institute, una organización sin fines de lucro la cual trabaja con gobiernos, líderes de opinión clave y organizaciones no gubernamentales para crear conciencia a través de iniciativas de promoción en la región sobre la importancia de la buena visión y su impacto socio-económico.
Para más información sobre el Vision Impact Institute visite: https://visionimpactinstitute.org/