Ojo seco: El desafío que los optómetras enfrentan cada día
En un mundo marcado por el uso intensivo de pantallas digitales, ambientes contaminados y estilos de vida acelerados, el ojo seco surge como una de las afecciones oculares más comunes. Este problema, que afecta a millones de personas, representa un desafío significativo para los profesionales de la salud visual, quienes desempeñan un papel crucial en la evaluación integral de la superficie ocular y en el diseño de estrategias personalizadas para su diagnóstico y manejo.
La evaluación de la superficie ocular exige un enfoque multidimensional. No se trata solo de identificar signos clínicos, sino de comprender los factores subyacentes que agravan esta condición. No todos los profesionales tienen acceso a equipos de diagnóstico avanzado, como la interferometría para analizar la capa lipídica de la lágrima o la osmolaridad, y por consiguiente es fundamental que, pensando en una atención centrada en el paciente, se valoren los síntomas y signos, mediante una buena anamnesis o el uso de diversos cuestionarios reconocidos y utilizados como herramientas clave para orientar el diagnóstico.
El manejo del ojo seco implica que desde el cuidado primario se adopten estrategias como las lágrimas artificiales, pero fundamentalmente el poder recomendar al paciente medidas preventivas, educativas o coadyuvantes. Por lo tanto, el desafío del ojo seco no es solo clínico; es una oportunidad para que los optómetras refuercen su rol como educadores y defensores de la salud visual. Enfrentar esta problemática desde una perspectiva integral y humana es clave para mejorar la calidad de vida de los pacientes y responder a las demandas de una población cada vez más consciente de su bienestar ocular.
Por todo lo anterior, hemos decidido dedicar esta edición al tema del ojo seco, un problema que afecta significativamente la calidad de vida de quienes lo padecen. Con esta publicación, buscamos resaltar la importancia de su diagnóstico integral, el manejo personalizado y el rol fundamental de los optómetras en abordar este desafío creciente en la población. Esperamos que esta edición inspire, informe y contribuya a generar un impacto positivo en la práctica clínica y en la salud visual de nuestros pacientes.