¿Cómo crear relaciones de colaboración con los oftalmólogos?
A medida que aumenta la prevalencia de la miopía a nivel mundial, es fundamental colaborar con oftalmólogos y optometristas para brindar una atención integral.
Forjar relaciones sólidas con oftalmólogos pediátricos y cirujanos refractivos es crucial para los optometristas especializados en el control de la miopía, especialmente con lentes de contacto.
Por Aamena Kazmi, OD, Diplomática OA
Construyendo relaciones con oftalmólogos pediátricos
Muchos oftalmólogos pediátricos se centran en la atención oftalmológica médica y quirúrgica, y a menudo no adaptan lentes de contacto en sus consultas. Si bien suelen recetar atropina en dosis bajas para el tratamiento de la miopía, dependen de un optometrista de confianza para la cogestión de los casos que requieren intervención con lentes de contacto. Esto es especialmente crucial para los pacientes con progresión rápida que necesitan terapia dual o para los niños que están preparados para la transición a lentes de contacto como monoterapia.
Entendiendo el enfoque preferido del oftalmólogo
Al establecer una relación de derivación, es importante hablar con el oftalmólogo sobre sus métodos preferidos para el tratamiento de la miopía. Si bien algunos oftalmólogos apoyan la ortoqueratología, muchos no la recomiendan activamente debido a la preocupación por la salud corneal y el riesgo de infección con el uso nocturno. En cambio, es más probable que deriven principalmente lentes de contacto desechables diarias blandas aprobadas por la FDA u otras opciones de uso diario, incluyendo lentes de contacto blandas multifocales de distancia central (EDOF) fuera de etiqueta y lentes híbridas de distancia central para prescripciones más complejas.
Si bien un estudio reciente confirmó que la tasa de incidencia de queratitis microbiana en pacientes adolescentes que usan lentes de contacto de ortoqueratología nocturna es similar a la observada con lentes de contacto de uso diario y a los resultados reportados en estudios previos,<sup> 1</sup> es crucial respetar lo que las fuentes de referencia reconocen como métodos seguros y efectivos para el manejo de la miopía. Al comprender la perspectiva del oftalmólogo, un optometrista puede adaptar sus recomendaciones en consecuencia. Esto garantiza que los pacientes derivados reciban atención dentro de la zona de confort del oftalmólogo, promoviendo un manejo conjunto y fomentando las derivaciones continuas.
Ampliando el manejo de la miopía con lentes de contacto más allá de la ortoqueratología
De igual manera, al establecer relaciones con posibles fuentes de referencia para oftalmología, un aspecto clave de la conversación debe ser enfatizar que el manejo de la miopía con lentes de contacto ha avanzado más allá de OrthoK. Muchos oftalmólogos pueden desconocer la gama completa de opciones disponibles, incluyendo:
- Lentes desechables diarios blandos de doble enfoque aprobados por la FDA, diseñados específicamente para el control de la miopía en niños y adolescentes.
- Lentes desechables diarias blandas EDOF fuera de etiqueta diseñadas explícitamente para el manejo de la miopía en niños y adolescentes.
- Lentes de contacto blandas multifocales de reemplazo mensual para distancia central fuera de etiqueta, que también están disponibles en parámetros tóricos y se han utilizado históricamente para retardar la progresión de la miopía antes de la incorporación de la opción esférica aprobada por la FDA.
- Lentes híbridas de distancia central fuera de etiqueta, que ofrecen una combinación de óptica GP y comodidad de lentes blandas para pacientes con mayor astigmatismo o que requieren parámetros de lentes más exclusivos.
Proporcionar materiales educativos y resultados de investigaciones puede ayudar a los oftalmólogos a sentirse más seguros al derivar pacientes a estas opciones. Esta también es una excelente oportunidad para iniciar el diálogo con pediatras locales para una posible colaboración.
Mantener un diálogo abierto y roles claros
Una comunicación clara y continua con los oftalmólogos remitentes es esencial para una gestión conjunta eficaz. En algunos casos, los oftalmólogos podrían desear seguir atendiendo al paciente para evaluaciones generales de salud ocular, el tratamiento de problemas de visión binocular o incluso para el seguimiento continuo de la progresión de la miopía con atropina. Esto generalmente significa que el optometrista de preferencia del paciente supervisa el aspecto de las lentes de contacto. En estas situaciones, es fundamental aclarar al tutor del paciente qué aspectos son responsabilidad del oftalmólogo, mientras que el optometrista se centra en la adaptación de las lentes de contacto y el control de la progresión de la miopía.
Para facilitar la colaboración:
- Proporcionar actualizaciones escritas sobre el progreso del paciente, particularmente si cambian la longitud axial, el estado refractivo/parámetros de la lente o los planes de tratamiento.
- Respetar las preferencias de tratamiento del oftalmólogo y al mismo tiempo ofrecerle información basada en evidencia sobre nuevas opciones.
- Establecer un protocolo para las visitas de seguimiento, garantizando que ambos proveedores estén alineados en los intervalos de monitoreo y las modificaciones del tratamiento.
Explorando otras vías de la oftalmología: estableciendo relaciones con cirujanos refractivos
Aunque los cirujanos refractivos tratan principalmente a pacientes adultos, pueden ser valiosos aliados en el manejo de la miopía. Muchos de sus pacientes tienen hijos con riesgo de miopía progresiva. Educar a los cirujanos refractivos sobre las opciones de manejo de la miopía les permite informar a los padres sobre los beneficios de la intervención temprana, lo que deriva a los pacientes a las consultas adecuadas.
Ayudando a los cirujanos a optimizar los resultados futuros de la cirugía refractiva
Los cirujanos refractivos buscan altas tasas de éxito quirúrgico, lo cual se logra con mayor facilidad cuando los pacientes presentan una miopía de menor magnitud. Una miopía alta aumenta la complejidad de la cirugía refractiva y puede reducir la probabilidad de obtener resultados visuales óptimos. Al controlar la progresión de la miopía infantil, los optometristas ayudan a crear una base de pacientes más adecuada para la cirugía refractiva. La manera más sencilla de obtener referencias de cirujanos refractivos es iniciar la comunicación con los cirujanos a los que ya se refiere.
Al discutir el manejo conjunto con cirujanos refractivos, destaque lo siguiente:
- El control de la miopía reduce la probabilidad de padecer miopía grave, lo que conduce a procedimientos refractivos más fáciles y predecibles.
- Los padres que reciben LASIK, ICL u otros procedimientos refractivos a menudo están muy motivados para garantizar que sus hijos no desarrollen una miopía alta y mantengan la candidatura quirúrgica.
- Los cirujanos refractivos pueden ser clave en la lucha contra la epidemia de miopía al abordar el manejo de la misma durante las consultas preoperatorias y posoperatorias. Los materiales complementarios, que incluyen artículos de The New York Times, The Atlantic y The Wall Street Journal , así como información de la Sociedad Mundial de Oftalmología Pediátrica y Estrabismo, son recursos invaluables.
Conclusión
El manejo exitoso de la miopía pediátrica requiere un enfoque colaborativo. Al fomentar la relación con los oftalmólogos pediátricos, los optometristas pueden garantizar que los pacientes que requieren lentes de contacto para el manejo de la miopía reciban la atención adecuada, manteniendo la supervisión de su oftalmólogo según sea necesario. Asimismo, la colaboración con cirujanos refractivos puede generar un flujo constante de derivaciones al solicitarles que eduquen a los pacientes quirúrgicos sobre el control de la miopía en sus hijos.
El diálogo abierto, el respeto mutuo y un compromiso compartido con la atención al paciente se traducirán en mejores resultados para los pacientes pediátricos con miopía y en un enfoque más integral y eficaz para el manejo de la miopía.