Carta Editorial Juan Carlos P.
Apenas empezó el 2022, y yo ya tenía un boleto de avión en mano y estaba preparado psicológicamente para participar en la feria de MIDO, que se llevaría a cabo en Milán en el mes de febrero, con el objetivo de empezar el año con algo de “normalidad”. En otras palabras, tener ese contacto físico que tanto extraño, tomarme un café con amigos, y colegas y tener la experiencia de tocar y mirar, en primer plano, los avances que han tenido todos en sus negocios como en otros tiempos; Sin embargo, la nueva variante Ómicron truncó estos planes y la incertidumbre de cierta forma volvió a apoderarse de todos nosotros. Se pospuso MIDO para principios de mayo, y varios de nuestros clientes volvieron a replantear sus estrategias y acciones para el 2022.
Hace dos años, la interacción física de ferias como MIDO o Vision Expo constituía un eje principal del patrón de estrategia y actividad comercial de muchos de nuestros clientes en todas las áreas de la óptica. Bruscamente este patrón de comportamiento cambió de la noche a la mañana debido a la pandemia. Si bien el mundo virtual nos brindó a todos un puente de comunicación en la emergencia sanitaria, me preocupa profundamente cómo este hecho está teniendo, a mi parecer, consecuencias negativas para la actividad comercial de nuestros clientes y lectores.
Noto que si antes de la pandemia la conversación con mis clientes se centraba en temas principales de su negocio, hoy en día el tema de discusión ha dado un giro de 360°. Si durante el 2020 el contenido de la conversación con nuestros clientes se centraba en su “core business” y sus productos, para este 2022 el gran reto y preocupación es cómo llegar a su usuario final. Veo a nuestros clientes enfocados en desarrollar plataformas de alta tecnología en marketing y contenido, e-commerce y educación, con este fin en mente. El patrón de comportamiento hacia el usuario final se está transformando radicalmente, y lo entiendo. Ante los retos impuestos por la pandemia, nuestros clientes han buscado protegerse y de manera proactiva se han sumado a esta transformación tecnológica. Si bien aplaudo la iniciativa, veo con preocupación la otra cara de la moneda: el distanciamiento de su “core business” debido a esta nueva necesidad de comunicación y un bombardeo de contenido digital, que en último término desgasta al usuario sea B2B o B2C. No me lo tomen a mal, no quiero ser negativo, pero me preocupa este fenómeno porque crea una especie de “trancón” en la autopista de comunicación. Como usuario me bombardean por todos lados y es difícil poner atención en algo concreto. Me enfoco solo en contenidos que tengan contenidos más curados y con credibilidad.
La situación actual en la que vivimos amerita un análisis profundo y a conciencia de cómo crear contenido en diferentes formatos, incluyendo contenidos educativos, para asegurarnos que el fruto de tanto trabajo sea productivo. En este momento, no hay nada claro, todo son experimentos en comunicación.
Nuestra obligación como líderes de comunicación en el mercado es traer claridad y herramientas eficaces que sean parte de la solución. Hoy en día la comunicación en general va más allá de crear el contenido en sí, sea un artículo, una publicidad o un curso. Actualmente, una comunicación eficaz requiere nuevos elementos como analítica, logística e ingeniería para crear estrategias exitosas. Muy pocos lo tienen, ¡este es el gran reto!
Nosotros como comunicólogos estamos creando grupos de trabajo con expertos en el campo de la óptica y la optometría, aportándoles las herramientas de tecnología, analítica, logística y comunicación efectiva que hemos venido desarrollando por más de 25 años.
Es así como queremos Invitar a los expertos y especialistas en óptica y optometría para que se unan a nosotros y sumemos toda la experiencia desde cada campo, para ofrecerle al medio herramientas de desarrollo y capacitación que se adecúen a sus expectativas y necesidades.
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