Digitalización de las lentes de visión sencilla

Mientras que las lentes progresivas son un tema eterno en la industria, las lentes de visión sencilla se pasan por alto.  La razón es que éstas se consideran un producto básico. Sin embargo, las lentes de visión sencilla cuentan con características tecnológicas tan avanzadas como las lentes progresivas.

(Este artículo fue traducido, adaptado e impreso con autorización del grupo de revistas de Jobson Publishing).

Por Jeff Hopkins

Origen

Exactamente cuándo fueron inventadas no se sabe con certeza. La primera referencia que se tiene de los anteojos es, curiosamente, en un sermón, publicado en 1306, por el fraile Giordano de Pisa, quien escribió: “Aún no han pasado 20 años desde que se encontró el arte de hacer anteojos, que mejoran la visión”. Estas gafas tenían lentes convexas que podrían proporcionar una buena visión en personas con presbicia e hipermetropía. Las lentes cóncavas, para la miopía, comenzaron a aparecer en el siglo XVI y las primeras lentes con potencia de cilindro, para corregir el astigmatismo, se desarrollaron a principios del siglo XIX.

Lente asférica y atórica

Posteriormente, las lentes evolucionaron más allá de las curvas estrictamente esféricas. Las lentes esféricas proporcionaban una visión excelente si se utilizaba la curva base más adecuada para la prescripción de los pacientes; sin embargo, eran gruesas y abultadas, una forma de solucionar esto era utilizando una curva frontal más plana, pero no era lo ideal por lo que el usuario tenía que decidir entre la necesidad de ver bien o verse bien.

En la década de 1950, se desarrolló una solución: las lentes esféricas. Este tipo tenían una curvatura que “aplana hacía afuera” entre el centro de la lente y el borde. La curvatura cambiante creaba un astigmatismo superficial que contrarrestaba el astigmatismo periférico. Los usuarios podían disfrutar de las lentes con borde más delgado (menos lentes) o en centro más delgado (más lentes).  Actualmente, las lentes de visión única coexisten con lentes

esféricas, proporcionando una atractiva alternativa. Incluso las lentes esféricas tenían una deficiencia: no se podían optimizar tanto para la potencia de la esfera como de la culata. Esto significa que los pacientes con astigmatismo, especialmente en poderes superiores, no tendrían una visión clara a lo largo del lente. Alrededor del 70% de los usuarios tenían astigmatismo.

Una solución tecnológicamente avanzada, pero no ampliamente utilizada, vino en forma de lentes atoróricas. Una lente atórica es asférica, tanto en los meridianos esféricos como cilíndricos, lo que significaba que podían optimizarse para los usuarios que necesitaban una corrección esférica y una corrección astigmática.  Desafortunadamente, esta “asfericidad al cuadrado” significaba que las lentes no podían ser elaboradas con las herramientas de laboratorio disponibles en ese momento. Las lentes, por lo general, tenían que ser fabricadas en forma “terminada”, y como resultado, tenían disponibilidad limitada y eran caras.

Las lentes atóricas eran una categoría de alto valor, pero la combinación de disponibilidad limitada y un precio relativamente alto hicieron que nunca se lanzaran al mercado. Las lentes esféricas se han convertido en algo básico con poca distinción de rendimiento entre diferentes marcas.

Como resultado, la principal diferenciación competitiva se ha convertido en precio. Actualmente, son lentes de bajo costo y ofrecen ganancias relativamente bajas en comparación con las lentes progresivas. Sin ningún avance tecnológico se han convertido en productos invisibles.

Entrando en la era Free Form

El advenimiento de la fabricación de lentes oftálmicas con tecnología Free Form ha abierto nuevas posibilidades revolucionando las lentes de visión sencilla de la misma manera que se ha hecho con las progresivas.

Para entender la gran diferencia que ha marcado la fabricación de lentes con Tecnología Free Form, analicemos brevemente el enfoque tradicional. Las lentes de Visión sencilla se fabrican tradicionalmente en una de las siguientes formas:

  • Acabado, que significa que el fabricante moldeó el diseño y la potencia de la lente y el semiacabado, en el que el diseño del lente (superficie frontal) fue moldeado por el fabricante y la prescripción fue aplicada a la superficie posterior por el laboratorio, empleando herramientas esféricas y cilíndricas simétricas. Estos enfoques de fabricación siguen representando la gran mayoría de las lentes de visión única.

La fabricación de forma libre es un proceso mucho más flexible. En forma libre, se utiliza una herramienta de corte de diamante de un solo punto impulsado por computadora para aplicar tanto el diseño como la prescripción a un “puck” de plástico giratorio con una sola curva frontal. Un generador de forma libre puede aplicar prácticamente cualquier curva, no importa lo complejo sea, a un disco, lo que le permite estar libre de las restricciones de la superficie tradicional.

Personalización Freeform  

La tecnología Freeform trasladó la parte principal del esfuerzo de fabricación de la fábrica al laboratorio habilitado para esta tecnología en el que la lente se puede generar, esencialmente, en tiempo real después de que haya sido ordenada. Aquí es donde radica la clave de los beneficios de esta tecnología ya que la lente se puede fabricar, efectivamente en tiempo real, después de que el ECP haya realizado el pedido y el diseño también se puede cambiar con de la información específica del paciente, lo que significa que es posible diseñar y fabricar una lente personalizada única para las necesidades de cada usuario.

¿Por qué es importante?

Es fácil suponer que, debido a la poca evolución, las lentes de visión sencilla tradicionales deben ofrecer la mejor experiencia visual; sin embargo, las lentes de visión sencilla han sufrido un rendimiento inconsistente y limitaciones visuales que son de, alguna manera, similares a las experimentadas con las lentes progresivas.

Una de las limitaciones proviene de la curva base estándar. Los que están familiarizados con la Elipse de Tscherning recordarán que hay una curva base ideal para cada potencia de la esfera. Sin embargo, las limitaciones del proceso tradicional de fabricación, distribución e inventario significan que solo unas pocas curvas base tenían que cubrir toda la gama de potencias de esfera.

Los pacientes con recetas, que corresponden estrechamente a una curva base, disfrutan de la mejor visión, pero aquellos cuyas recetas están cerca del borde de un rango de curva base, las áreas de visión clara son limitadas. Las limitaciones fueron más agudas para los pacientes con recetas más fuertes en graduación.

Las lentes FreeForm, también conocidas como lentes digitales, todavía utilizan disco de lente con un número limitado de curvas base. La diferencia es que, a través de la personalización en tiempo real, se puede añadir una compensación al diseño que “cierre la brecha” entre la curva base ideal para la prescripción y la curva real en el disco de la lente. En efecto, es como si cada paciente estuviera recibiendo una lente fabricada con la curva base ideal para la prescripción. Esto dará lugar a campos más grandes de visión clara para muchos usuarios y un rendimiento excelente en toda la gama de prescripción. El problema es más significativo para los pacientes con cantidades significativas de astigmatismo.

Como se mencionó anteriormente, la optimización para las potencias de la esfera y del cilindro requiere una lente atórica. Estas lentes son difíciles de fabricar y tienen disponibilidad limitada. Con la fabricación FreeForm, las lentes se pueden hacer atóricas como parte del proceso de superficie, mejorando en gran medida la experiencia visual para los pacientes que tienen astigmatismo.

Otra ventaja de las lentes FreeForm es la capacidad de dar la posición en la que las lentes son usadas por el paciente. Esta posición de desgaste es el resultado de la interacción entre el marco elegido por el paciente y sus rasgos faciales.  La distancia entre la parte frontal del ojo y la parte posterior de la lente (distancia del vértice), la inclinación vertical del marco (ángulo pantoscópico) y la curva horizontal del marco (envoltura de forma de cara) pueden crear una diferencia entre los poderes prescritos y los poderes experimentados por el usuario.

El proceso de personalización de FreeForm permite tener en cuenta la posición de desgaste en el diseño de la lente, lo que resulta en potencias de lente que se compensan para la posición de desgaste. Como resultado, los poderes de la lente no son prescritos exactamente, pero permiten al paciente experimentar el efecto de los poderes recomendados por el profesional de la visión. Esto significa una visión más nítida para el paciente de lo que se puede proporcionar con lentes no compensadas.

Este tipo de compensación tiene dos implicaciones para la dosificación de gafas.

En primer lugar, se debe medir la distancia del vértice, el ángulo pantoscópico y el marco que eligió el paciente. Esto se puede hacer con herramientas manuales, pero es mejor emplear un dispositivo de centrado digital.

Las lentes que llegan del laboratorio incluirán una hoja que muestra los poderes prescritos junto con los poderes compensados.

Esto requiere que el dispensador confíe en que los poderes fueron compensados correctamente, pero en última instancia es la única manera para que el paciente reciba la experiencia visual precisa que se pretendía.

Más allá de la visión sencilla: aumento para los usuarios más jóvenes 

El desarrollo de las lentes de visión sencilla respondió a una de las dificultades de la vida civilizada: la lectura, que es un reto, especialmente, para los pacientes adultos mayores. En la vida contemporánea, el reto es aún mayor por el empleo de dispositivos digitales.

Estos desafíos no solo afectan a aquellos que han alcanzado la edad tradicional de la presbicia; también a los usuarios más jóvenes. De hecho, el mayor número de quejas sobre la fatiga ocular digital proviene de pacientes menores de 40 años.

Un problema es que las pantallas digitales no tienen la claridad o el contraste de las páginas impresas, y los píxeles que componen una imagen digital (ya sea de texto o gráficos) pueden ser confusos para el ojo. Además, en promedio, se revisa el teléfono unas 52 veces al día, y el reenfoque constante requerido puede cansar los músculos ciliares del ojo, causando fatiga.

Otro problema se relaciona con cómo se emplea un teléfono inteligente u otro dispositivo. En promedio, se mantiene el teléfono un 25% más cerca de los ojos de lo que tendemos a sostener el material impreso. Pensamos en la presbicia como un comienzo cuando ya no podemos mantener el material de lectura lo suficientemente lejos como para verlo claramente. Pero la disminución de la agudeza visual comienza cuando se es joven y el punto más cercano en el que podemos enfocar continuamente se aleja. Dado que se emplea más un teléfono que un libro es lógico que se pierda la capacidad de enfocar. Esto significa que las personas por debajo de la edad tradicional de la presbicia pueden experimentar síntomas similares a la presbicia que una lente de visión única convencional no puede aliviar.

La solución es una lente que proporciona visión a distancia con un área de baja adición, típicamente 0.50 a 1.00 dioptrías, por debajo de la línea 180.

Este “golpe” digital, situado para el ángulo de visión típica de un dispositivo de mano, alivia parte del esfuerzo de enfoque del ojo y los síntomas de la fatiga ocular digital. Estas lentes se denominan lentes de visión relajadas, lentes de visión sencilla mejoradas o lentes antifatiga. Técnicamente, son lentes de adición progresivas porque la potencia cambia a medida que el ojo se mueve hacia abajo, lo que ocasiona astigmatismo periférico, que, combinado con el posicionamiento cuidadoso del área de mayor potencia, permiten que las lentes ofrezcan la sensación de visión única que los usuarios más jóvenes exigen. Los estudios han demostrado que este tipo de lente puede reducir, significativamente, la fatiga ocular digital.

Lentes avanzadas

Los lentes de visión sencilla personalizada y las lentes de visión sencilla aumentada ofrecen ventajas significativas a muchos usuarios; sin embargo, las ventas de ambas categorías siguen siendo relativamente bajas.

La pregunta es: “¿Por qué no se venden más estas lentes?”

La razón es que pocos usuarios de lentes de visión sencilla son conscientes de ellos. Los pacientes confían en los profesionales de la salud visual para mantenerlos al tanto de las nuevas tecnologías, pero es posible que en las ópticas no se esté dando la información.

Consejos para aumentar las ventas

Un consejo común en el negocio de las lentes es “mantenerse fuera de la cartera del paciente”. En otras palabras, no haga suposiciones sobre cuánto está dispuesto a gastar. Algunos pacientes más jóvenes pueden no ser capaces de permitirse lentes más caras, pero hay muchos usuarios de visión sencilla, entre 20 y 30 años, con ingresos disponibles que bien pueden estar dispuestos a mejorar su experiencia visual. Depende de nosotros darles esa oportunidad, sin ningún prejuicio con respecto a sus presupuestos. En otras palabras, hable sobre la visión sencilla personalizada y las lentes de visión relajadas a cada paciente que considere un candidato.

Concéntrese en la mayor necesidad. Como se mencionó anteriormente, hay una población significativa de usuarios de lentes de visión sencilla que no están teniendo una visión clara a través de toda la lente. Pero en la mayoría de los casos, no es probable que se quejen, porque se han acostumbrado a las limitaciones de sus lentes y asumen que no hay una mejor experiencia disponible.

Los pacientes más propensos a experimentar problemas son aquellos que necesitan poderes de esfera superiores a +/- 2.00 o cilindro por encima de -1.50. Es una buena idea hablar con todos estos pacientes sobre las lentes de visión sencilla personalizada.

Identificar la necesidad de lentes de visión relajadas es algo más subjetivo.

En este caso, concéntrese en pacientes más jóvenes que son usuarios de dispositivos digitales y sufren de síntomas como ojos cansados, dolores de cabeza, o dolor de cuello y hombro. Éstos pueden no asociar todos los síntomas con su visión, y es probable que no sean conscientes de que hay un tipo de lente que puede aliviarlos.

Es fácil suponer que los pacientes están contentos con las lentes que están usando ahora, o que no estarán dispuestos a pagar por algo mejor. Pero si hacemos estas suposiciones corremos el riesgo de negar a los pacientes los beneficios del progreso tecnológico.

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