Las neurociencias y su relación con la optometría

Las neurociencias pueden definirse, como “el conjunto de disciplinas dedicadas al estudio científico del cerebro humano, desarrollando avances en el aprendizaje del sistema nervioso, su estructura y su funcionamiento”.

Es así como las ciencias sustentan su saber abrazando el conocimiento que se desprende de las  respuestas obtenidas ante una gran cantidad de interrogantes, las neurociencias intentan comprender el funcionamiento del sistema nervioso humano, estudiando, para ello, su estructura, función, su funcionamiento bioquímico, su desarrollo ontogenético y filogenético, las patologías que lo afectan, la farmacología asociada, además de los procesos mentales inherentes a la vida de las personas como son los procesos cognitivos y la generación de las conductas individuales y colectivas.

En estos últimos años, el prefijo “neuro” ha ganado una gran importancia en el progreso de una significativa cantidad de disciplinas profesionales, las cuales han desarrollado múltiples opciones de utilidad y aplicabilidad en la vida humana, desarrollando herramientas analíticas tanto sea para el saber y el perfeccionamiento de la genética, la genómica, la biología molecular y celular, educación, lingüística, investigación científica, economía, liderazgo, política, marketing, filosofía, biología conductual,  psicología, como para el desarrollo de posibilidades terapéuticas asociadas en la medicina y ciencias de la salud, entre las que, también se encuentra la optometría.

Estos avances han sido posibles gracias al desarrollo de las técnicas de neuroimágenes, que han ido prevaleciendo sobre los estudios neuroanatómicos tradicionales.

El sistema nervioso humano tiene como principal función el mantenimiento óptimo del estado de equilibrio interno, conocido como homeostasis, y su relación con el medio ambiente, permitiendo, por tanto, extender los medios disponibles para la supervivencia de la especie, desde un punto de vista individual como colectivo. Para lograr este equilibrio, el cerebro debe integrar una disparidad importante de estímulos que provienen del exterior del cuerpo y también de su interior, y lograr, tras su procesamiento neural, la obtención de respuestas que se relacionan con las conductas humanas, las que también, son expresión de regionalismos y patrones culturales.

En otros tiempos, la neurociencia ha sido subclasificada dentro de las ciencias biológicas, sin embargo, el correr de los años ha ido modificando esta forma de observar su desarrollo, otorgándole una multiplicidad de perspectivas y proyecciones en el estudio del sistema nervioso, teniendo en cuenta que, el cerebro humano, no solamente puede ser estudiado desde un punto de vista biológico sino que posee capacidades cognitivas que son superiores a las de otras especies, como así también la relación que tienen estos procesos con los factores emocionales que intervienen en el dinamismo de los modelos de sociabilización entre los individuos.

Estas características influyeron, junto a los avances de la tecnología a establecer un abordaje interdisciplinario, el cual propone una acción conjunta en el abordaje del conocimiento científico para el desarrollo de las propuestas de aprendizaje de un esquema integrado donde el cerebro no excluye a los procesos sensoriales, mentales, emocionales y motrices.

A principios de la década de 1960, en Estados Unidos de América se comenzó a utilizar la denominación de “neurociencias” como una actividad científica multidisciplinaria, la cual tomaba aportes de la medicina. En 1969 fue fundada Society for Neuroscience, la cual propone el desarrollo profesional basado en la comprensión del cerebro y el sistema nervioso humano.

Por otro lado, la revista Nature, en 1970, publicó un artículo donde fue utilizado el término  “neurociencias” por primera vez. A partir de allí, el conocimiento científico ha evolucionado en la aplicación de destacadas corrientes que han estudiado el sistema nervioso humano de manera formal, sin embargo, también se ha favorecido al desarrollo de planteos o divulgaciones no científicas sobre el cerebro y sus funciones que, en una gran cantidad de oportunidades, han obtenido una significativa popularidad, y no son más que mitos, a los que podemos nombrar como “neuromitos”.

Estos relatos, habitualmente alejados del rigor científico y más próximos a los relatos fantásticos, utilizan el prefijo “neuro” en forma ilimitada y establecen riesgos para las personas que no ahondan en publicaciones formales para el desarrollo de una información que, en muchos casos, no se funda en los principios sustentados de las ciencias.

La búsqueda de información en revistas de divulgación científica, donde la indexación y rigor de sus publicaciones certifican la seriedad de su contenido, es el modo de alejarse de estos “neuromitos”, además de encontrar la proximidad a contenidos de miles de artículos de investigación científica conexos a las neurociencias.

Aplicaciones de las Neurociencias

Teniendo en cuenta que las neurociencias estudian al sistema nervioso desde varios puntos de vista, además de su función relacionada al conocimiento de las conductas, ésta tiene aplicación a una gran cantidad de disciplinas profesionales como la medicina, la química, la ingeniería, las ciencias informáticas, las matemáticas, la filosofía, la educación, la investigación científica, la psicología y un sinnúmero de especialidades dentro de las cuales se encuentra la optometría, especialmente por la relación que tiene la información sensorial que produce la visión en el contexto de los procesos cognitivos básicos y complejos que aplican al gran abanico de perfiles y actividades sociales, laborales y deportivas practicadas por las personas.

El perfeccionamiento de la tecnología informática ha proporcionado herramientas que han sido de vital importancia para la comprensión esencial de la mente, la consciencia, la comunicación y la inteligencia, entre otras inquietudes sobre la naturaleza del cerebro humano.

Las neurociencias, contribuyen, como ha citado el Prof. Dr. Alfredo Hernández, de la Universidad Nacional de La Plata (ARG) (unlp.edu.ar), y Codirector de Neurar (neurar.org), al conocimiento de nuestra existencia, apoyado en las citadas herramientas tecnológicas que pudieron estableceruna cantidad de saberes basados en las neuroimágenes, los que pusieron en marcha el estudio para la comprensión de las redes neurales del cerebro, en un proyecto conocido como “conectoma humano” (humanconnectome.org).

A través de la resonancia magnética con imágenes de tractografía, el estudio de la conectividad física y la composición neural nos ha dado una posibilidad de conocer más sobre la funcionalidad de las conexiones de nuestro sistema nervioso en diferentes contextos o actividades de la vida diaria.

Las neurociencias y la optometría

La optometría, como ciencia que estudia los procesos funcionales del sistema visual de la especie humana, no queda ajena como disciplina que interactúa en el concepto de las neurociencias, sino que, y teniendo en cuenta que la visión es una función que ha sido preponderante en el desarrollo de la evolución de la especie, la sitúa en un lugar de demanda permanente a la formación continua, para poder desarrollar programas de entrenamiento de las funciones cognitivas, las que son influenciadas directamente por la gran cantidad de información que la visión le provee.

Así también la optometría encuentra en el impulso de su espacio dentro de las neurociencias, la necesidad de desarrollo de esquemas terapéuticos y formativos que, tanto en la terapia visual, como en el desarrollo del aprendizaje en el área deportiva, se encuentran, en la actualidad en permanente perfeccionamiento, requiriendo de un abordaje más integrado.

Para esto, la optometría tiene la responsabilidad de observar los contenidos actuales de su formación, la concepción de la información científica en la que abreva y las modificaciones en la práctica clínica y terapéutica que resultan indispensables para un ejercicio profesional adecuado.

Partiendo de las bases neurobiológicas y las técnicas de neuroimágenes, el optómetra puede recoger diferentes enfoques prácticos para interactuar con otros profesionales y desarrollar, interdisciplinariamente, las acciones profesionales necesarias para la solución de las necesidades de las personas.

Cualquier optómetra que desee trabajar en el ámbito de las neurociencias, debe saber cuál es su lugar en este ámbito interdisciplinario, como así también la interpretación de los informes profesionales externos y la aplicabilidad de su intervención, tanto a nivel deportivo como terapéutico, siendo parte de un esquema de trabajo integrado y teniendo en cuenta que las problemáticas asociadas a patologías que afectan al cerebro, o enfermedades neurodegenerativas, pueden, en muchos casos, afectar cuestiones que se relacionen con los procesos funcionales de la visión, determinando por esto, afecciones con otros sistemas asociados.

La neuro optometría es una especialidad de nuestra profesión que se relaciona con las fases del desarrollo de la visión como un componente de integración multisensorial que actúa sobre los procesos de la supervivencia de las personas.

Mariano Canegallo

Bibliografía consultada

  • Carter R. The Human Brain Book. An Illustrated guide to Its Structure, Function, and Disorders Third

edition, Penguin Random House. 2019

  • Harari Y. Lecciones para el Siglo XXI. Editorial Debate, 2018
  • Lledó PM. El Cerebro en el Siglo XXI La mente, la tecnología y el ser humano Editorial El Ateneo, Buenos

Aires. 2018

  • Mariano Canegallo – Brain Vision Training – Ed. Autoría. Buenos Aires AR 2019
  • NeuroImage 244 (2021) 118543
  • Oxford: Oxford University Press.2015.
  • Passingham RE, Rowe, JB. A Short Guide to Brain Imaging: The Neuroscience of Human Cognition.
  • Ramachandran VS. Los laberintos del Cerebro. Editorial La liebre de marzo SL, Barcelona.2008

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