Las diez deficiencias más comunes encontradas en la atención de los profesionales de la salud visual, durante el tratamiento de control de miopía utilizando lentes oftálmicos.
Este artículo de la categoría control miopía es el resultado del trabajo conjunto e interdisciplinario de los siguientes profesionales de la visión: Cárdenas Lamas, Luis Javier. Médico Oftalmólogo Pediatra (México); Pérez Robles, Francisco. Licenciado en Optometría (México), Velásquez Guerrero, Rubén. Licenciado en optometría (México) y, Velázquez Sánchez, Berenice. Licenciada en Optometría (México).
El tratamiento para la NO progresión de la miopía implica tomar en cuenta una serie de condiciones y responsabilidades para el profesional de la visión, las cuales debe compartir con su equipo de trabajo, los padres y cuidadores del paciente y, por supuesto, con el paciente mismo, entendiendo que ya es una persona que comprende mínimos preceptos de responsabilidad o, por lo menos advierte algunas situaciones sobre su propio estado de salud. – No importando su edad, la información debe entregarse de manera directa y al nivel de entendimiento del usuario. –
Debemos minimizar la responsabilidad que implica el buscar que el efecto óptico sobre la longitud axial ocular, es el fin de los diseños actuales de lentes oftálmicos para control de miopía, sean sólo del profesional de la visión, y que año tras año, mientras el paciente estabiliza su crecimiento, participen de un TRATAMIENTO CLÍNICO CONTROLADO, bajo supervisión corresponsable de padres de familia y cuidadores, los cuales ayuden a vigilar los posibles cambios terapéuticos en tiempo y en condiciones.
Solicitamos de la manera más atenta, a todos los colegas profesionales de la salud visual que abordan este tipo de práctica profesional clínica, no solo enfocarse en el uso permanente del dispositivo óptico, sino que el manejo de miopía debe ser tomado como un plan de manejo integral, junto con las recomendaciones comportamentales y de hábitos visuales, las cuales ayudan al resultado final, que de esta manera se haga un tratamiento completo e integral basado en el seguimiento clínico y, la adherencia del paciente al mismo. – la clave-.
Por esta razón, hemos descrito las diez deficiencias más comunes encontradas en la práctica clínica, para nuestros colegas en México. Hemos encontrado se repiten con mayor frecuencia, y de esta manera, buscamos advertir a la comunidad profesional de la salud visual a no caer en las mismas deficiencias y generar un tratamiento cada vez más exitoso.
Nota: Es muy importante que los padres de familia se involucren, quienes deberían firmar un consentimiento informado desde el comienzo de tratamiento, para que se advierta su corresponsabilidad sobre los resultados del tratamiento.
Deficiencias más comunes:
- La selección del paciente para tratamiento de control de miopía y toma de medidas.
Es crítico el análisis detallado del cuadro de factores de riesgo asociados a la miopía progresiva y, el estado de emetropización del paciente acorde a la edad. Si bien la industria sugiere que se realice en niños mayores de 6 años, en edad escolar, es importante que el criterio clínico defina claramente que presente características suficientes para un inicio de tratamiento de control de miopía.
Deben evaluarse de manera clínica y profunda: anisometropías altas, ambliopías profundas, problemas neurológicos, enfermedades sistémicas no controladas clínicamente, problemas de la acomodación y, oculomotores que no hayan sido tratados.
Es de igual importancia, que las medidas de distancia nasopupilar y altura focal, en el armazón final seleccionado, sean tomadas de manera profesional y técnicamente viables. Se sugiere usar las plantillas de centrado para definir si un armazón tiene medidas que facilitan un montaje seguro. Nunca suponga medidas, ni las calcule. Siempre tome las medidas, si es necesario, programe otra cita con el paciente para confirmarlas.
- Hay que descartar miopías por curvatura:
Está claro que el efecto óptico de los lentes oftálmicos para tratamientos de control de miopía, tienen acción directa sobre la longitud axial, y NO sobre las modificaciones de curvatura corneal. Por eso desde el momento de inicio de un examen de control de miopía, debe tenerse en cuenta esta medida, ya sea utilizando los valores arrojados por las queratometrías o topografías corneales. Recuerde, en cada examen de control semestral, realizar el seguimiento de estos hallazgos. Posibles astigmatismos corneales diferenciales, no obedecen al efecto del diseño óptico de un lente oftálmico para manejo de la miopía.
- Refracción completa con acomodación relajada y controlada, y en los principales meridianos refractivos.
Debe destacarse que, SI es posible, la refracción se realice bajo cicloplejia, pero si NO se realiza así, utilice una técnica que asegure que el paciente esté con su acomodación inactiva y que los hallazgos finales sean seguros, asegurando el posible valor astigmático. Es muy importante la corrección final competa. -No se permiten las prescripciones finales con esféricos equivalentes. –
- Las bondades clínicas de los lentes oftálmicos para control de miopía que NO existen.
El pretender que las terapias combinadas con atropina o con niños miopes de pupilas dilatadas, el lente oftálmico regule la intensidad luminosa, o disminuya los valores de ambliopías pre existentes, o disminuyan astigmatismos refractivos corneales, es un imposible. Deberían utilizarse armazones oftálmicos con “clips-on” de sol, adicionales y recomendar terapias visuales y oculares alternas en unas bases regulares.
- Desconocer el cuadro clínico familiar cercano.
Para brindar mayores argumentos al grupo familiar, en especial, los padres de familia, sobre la necesidad del tratamiento de control miopía del hijo (niño o adolescente), es conveniente invitarlos a ellos también, a realizarse una evaluación del sistema visual, para establecer las conexiones heredo familiares. Algunos profesionales le llaman “Estudio Heredofamiliar de Confirmación,” en el cual, si los familiares tienen miopía o, astigmatismo miópico de grado considerable, se argumenta de mejor manera la urgencia que el paciente en cuestión, deba comenzar su tratamiento de forma inmediata.
- Tratamiento terapéutico alterno a diagnósticos diferentes a la miopía en progresión.
En caso que un paciente tenga algún probable diagnóstico de ambliopía de leve a moderada o, alguna insuficiencia de convergencia menor o moderada, puede iniciar su tratamiento de control miopía y, de forma paralela y simultánea, su tratamiento activo clínico para corregir esos dos específicos diagnósticos. Pero hay que aclarar a los padres de familia, que los lentes oftálmicos de control miopía NO serán los que van a ayudar a que se eliminen los dos diagnósticos mencionados. La función de los lentes oftálmicos es control de Miopía, no corregir alteraciones en el funcionamiento de la visión binocular.
- Que los padres no tengan claras las condiciones mínimas del tratamiento para el efectivo control de miopía.
Los tratamientos de control de miopía con lentes oftálmicos tienen tres (3) grandes condiciones que deben cumplirse:
- Uso permanente de los lentes oftálmicos, mínimo 12 horas al día, todos los días.
- Seguimiento profesional sobre las recomendaciones clínicas en los hábitos viso-comportamentales en el niño en su cotidianidad.
M anejar hábitos saludables.
I luminación adecuada.
O jos con acomodación relajada.
P resión y motivación para las actividades al aire libre.
I ntervención permanente para controlar la progresión.
A segurar una distancia de trabajo de cerca moderada. (mayor a 30 cms).
- Visitas periódicas con el profesional de la salud visual, para las evaluaciones minuciosas del control de miopía:
1) Visita 1: Entrega de los lentes oftálmicos: Agudeza visual y sobre refracción, mínimo.
2) Visita 2: Primera cita de seguimiento para el control de miopía, a las dos (2) semanas: Ajustes y adaptación.
3) Visita 3: Cita para el control de miopía a los tres meses de uso, con énfasis en los ajustes y verificaciones técnicas del armazón y de los lentes oftálmicos.
4) Visita 4: Cita para el control de miopía a los seis (6) meses, para evaluar agudeza visual, refracción, curvatura corneal.
5) Visita 5: Cita para el control de miopía a los nueve (9) meses para re-evaluación de los ajustes, verificaciones técnicas del armazón y de los lentes oftálmicos.
6) Visita 6: Cita para el control de miopía a los doce (12) meses, o un (1) año, para revisión visual completa, “nueva” y actualizada prescripción de lentes oftálmicos, cambio de armazón, y se sugiere evaluación de fondo de ojo – casi obligatorio-.
Nota: Momento clave para revisar las posibles modificaciones en la curvatura corneal sobre el resultante de la nueva refracción, y advertir los posibles cambios.
Sugerencia: Es el momento también de invitar al grupo familiar cercano o nuclear, para que se hagan su revisión de control anual, y alentarlos a que cooperen para la adherencia del tratamiento de control de miopía del niño.
- No evaluar el fondo de ojo, mínimo cada 12 meses.
La evaluación minuciosa del fondo de ojo, se lleva a cabo para reconocimiento de posibles mínimas alteraciones el tapete retiniano, que se generan por la miopía existente. A la mínima sospecha de alteración, remitir a examen detallado con un especialista en retina.
- Adherencia al tratamiento en el control de miopía, hasta que el crecimiento termine.
En todos los casos “Educar, capacitar y explicar” a los padres de familia y cuidadores del paciente, sobre la importancia de identificar el proceso completo de tratamiento, que incluye el uso de anteojos oftálmicos y hábitos viso-comportamentales. Pero también educarlos en la ciencia que soporta su tratamiento. Hoy en día hay muchas opciones de control de miopía en la que la “eficacia prometida” no comulga con su propuesta de mercadotecnia, con el soporte científico. Es mejor demostrar con evidencia clínica científica, los pronósticos a obtener en cada caso por específico. Habrá que sugerirles, que NO caigan en la mercadotecnia óptica de sólo buena visión, cuando el niño está es “bajo un tratamiento clínico de no progresión de defecto”, no es una oferta de lentes ópticos convencionales.
- La INADECUADA Selección del armazón para tratamientos de control de miopía:
- El armazón debe seleccionarse de acuerdo al tamaño craneoencefálico y de la cara del niño o adolescente. Ni más grande ni más pequeño.
- No son viables los armazones al aire, tres piezas, semi al aire o ranurados.
- El frente el armazón debe permitir el paso del aire por la cámara interna que se forma, el borde inferior del armazón no debe tocar los pómulos de la cara y, el borde superior no quede pegado a las cejas de la cara.
- Los ángulos pantóscopico y panorámico deben ser lo más cercanos a Cero grados (0°)
- El material del armazón debe ser seguro, estable, no tóxico, hipoalergénico, y que no ofrezca peligro al usuario final.
- El espesor del borde del aro del armazón debe considerar que, al corregirse las miopías, los espesores de borde suelen ser más gruesos, entonces actuando en congruencia, no se sugieren aros metálicos ni de espesores mínimos delgados.
- Por seguridad y estabilidad del tratamiento de control de miopía, no deberán permitirse armazones de segunda (usados), heredados por hermanos, o que no ofrezcan garantía de reparación o reposición, -en lo posible-. En caso que el niño o adolescente lo rompa o dañe, hay que asegurarse que se consiga rápidamente un repuesto idéntico o similar.