La salud visual es un indicador del estado de salud general

Padecimientos no visuales se pueden detectar a través de una buena revisión ocular. La dislipidemia causa visión borrosa, cambios en el campo visual y puede provocar neuropatía óptica.

El Consejo Optometría México alerta que si bien la causa más frecuente de problemas visuales son los defectos en la refracción, los cuales se corrigen con lentes, hay muchas enfermedades sistémicas que tienen impacto sobre la salud visual y en muchas ocasiones son diagnosticadas cuando la persona acude a una revisión visual y ocular.  Enfermedades de inicio silenciosas provocan cambios en la visión como es el caso de la diabetes mellitus que causa visión borrosa y fluctuante o bien los tumores que producen pérdida parcial del campo visual o visión doble.  

Dichas enfermedades pueden no alterar la agudeza visual 20/20 (considerada el 100% de la visión de la retina central) pero sí afectar la retina periférica y la visión simultánea o binocular de los ojos. La salud visual óptima no es solo ver 20/20 ya que síntomas mencionados, como visión doble o fluctuaciones de visión son motivo de consulta y al realizar una revisión especializada se localiza el origen sistémico, más allá del ocular.

Algunos padecimientos no visuales se pueden detectar a través de una revisión ocular a profundidad como son los siguientes con síntomas específicos cada uno: 

Diabetes Mellitus.- Visión borrosa, baja de visión súbita por hemorragias oculares o desprendimiento de retina.

Hipertensión arterial sistémica.- Visión borrosa, oclusiones arteriovenosas.

Tumores cerebrales.-   Pérdida de campo visual, visión borrosa, diplopía (visión doble).

Enfermedades Autoinmunes.- Baja de sensibilidad al contraste, ojo seco severo, mala calidad visual.

Dislipidemia (niveles elevados de colesterol o lípidos -grasa- en sangre).- Visión borrosa, cambios en el campo visual, puede provocar neuropatía óptica.

Cisticercosis cerebral: Baja visual severa.   

De acuerdo con la Licenciada en Optometría Nancy Sol Espíndola, algunas alteraciones como las neuropatías ópticas isquémicas (secundaria a dislipidemia y otras enfermedades metabólicas) pueden tener como síntomas iniciales la anomalía para discriminar colores.  Algunos pacientes acuden a consulta por la pérdida reciente de percepción al color. La sensibilidad al contraste es la capacidad visual para distinguir un objeto de su fondo en diferentes escalas de grises.  

Ante estos retos en el diagnóstico, precisó la vocera del Consejo Optometría México: “existen pruebas especializadas para poder medir la calidad de la visión (sensibilidad para discriminar un objeto de su fondo) para diferentes edades, pruebas como Hiding Heidi que nos ayuda a valorar la calidad visual en bebés y cartilla de Mars para el resto de la población”. 

Por ello la importancia de un examen optométrico a profundidad realizado con un enfoque integral de la salud del paciente. La especialista, egresada del Centro Interdisciplinario de Ciencias de la Salud del Instituto Politécnico Nacional, reiteró que, si un paciente presenta visión doble o diplopía, podría haber algún padecimiento no visual presente cuya canalización a otro especialista es crítica, como es el caso de pacientes con alteraciones del tercer par craneal asociado a diabetes mellitus o pacientes con presencia de tumores intracraneales. Es importante saber que la visión doble se presenta como manifestación temprana de Lupus y otras enfermedades autoinmunes. 

Para responder a esta realidad de la salud “el Licenciado en Optometría es formado con conocimientos sobre salud ocular y función del sistema visual, así como su relación con la salud general, tiene la facultad de discriminar anomalías puramente visuales de anomalías asociadas, así también dar e identificar la canalización y rehabilitación que en cada caso se requiera” concluyó la Licenciada en Optometría, Nancy Sol Espíndola.  

Salud visual en cifras

Las pruebas optométricas de ojo son importantes para evitar el aumento de 300 enfermedades sistémicas como son la hipertensión o la diabetes, errores de refracción como la miopía o hasta la enfermedad de Alzheimer, las cuales pueden identificarse mediante un examen ocular hecho por un profesional capacitado.

En el mundo, 1 100 millones de personas experimentan pérdida de la visión principalmente porque no tienen acceso a servicios de atención a la salud visual. 

El 73% de las personas con pérdida de visión tienen más de 50 años.

Las principales causas de pérdida de la visión incluyen:

Errores de refracción no corregidos, responsable de la pérdida de visión de lejos en 161 millones de personas y de la pérdida de visión de cerca en 510 millones de personas adicionales.

Cataratas no operadas, responsables de la pérdida de visión en 100 millones de personas.

La degeneración macular relacionada con la edad (DMAE), el glaucoma y la retinopatía diabética representan 8.1 millones, 7.8 millones y 4.4 millones de personas con pérdida de visión, respectivamente.

56 millones tienen otras causas de pérdida de visión. 

El 80% de las discapacidades visuales se pueden prevenir, de las cuales el 42% corresponden a errores de refracción no corregidos y el 33% a cataratas.

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