Según un estudio, los profesionales que se planteen realizar intervenciones de orto-K para controlar la miopía deberían optar por empezar cuanto antes.

La elección de la intervención óptima para el control de la miopía está cada vez más en la mente de los profesionales. Las lentes de ortoqueratología (orto-K) son una opción de tratamiento popular, pero ha habido informes contradictorios sobre diversos factores, especialmente el error refractivo esférico equivalente inicial. En un nuevo estudio, los investigadores evaluaron la eficacia de la orto-k en el control de la tasa de progresión de la miopía en niños e investigaron los factores asociados a la tasa de crecimiento de la longitud axial (LA) con una media de 48 meses de uso de lentes orto-K. Descubrieron que la mayor edad y el mayor diámetro de la lente ortho-k contribuyen a reducir la tasa de crecimiento de la AL.

Tras el uso inicial de la lente, se midió la longitud axial de 84 individuos cada 12 meses. Los investigadores compararon las diferencias en las tasas de crecimiento en cada intervalo de tiempo. La contribución de las variables independientes al cambio de AL se evaluó mediante regresión lineal múltiple.

La edad se correlacionó con la tasa de crecimiento de la longitud axial y los niños miopes más jóvenes mostraron una mayor tasa de crecimiento que los mayores, lo que concuerda con la bibliografía.

“En estudios anteriores se ha creído en general que el efecto de la edad se debe principalmente al proceso natural y al desarrollo de la miopía, lo que significa que la AL de los niños más pequeños crece más rápido, y el progreso de la miopía en los niños se ralentiza gradualmente con el aumento de la edad”, explicaron los autores en el estudio. “En el caso de los niños mayores con miopía de aparición tardía, es posible que hayan experimentado un descenso natural de la tasa de crecimiento de la AL”.

Dados los hallazgos aquí y en otros lugares de que las lentes orto-K son más beneficiosas para el control de la miopía en pacientes más jóvenes, los autores concluyeron: “para los niños con miopía de aparición temprana, el uso precoz de lentes orto-K puede hacer que obtengan los mayores beneficios y retrasar el progreso de la miopía para reducir la prevalencia de la miopía alta.”

Además, se encontró una correlación significativamente negativa entre el diámetro de la lente y la tasa de crecimiento de la AL. En un estudio anterior sobre el impacto del diámetro de la pupila en el crecimiento de la AL en ortoqueratología, se obtuvieron resultados consistentes en que los niños con pupilas más grandes mostraban una progresión de la miopía significativamente menor durante la visita de los 24 meses.

“Esto podría explicarse por el hecho de que la pupila más grande permite que pase más luz y que incida en la retina periférica, lo que induce un mayor desplazamiento miópico en la retina periférica”, explicaron los autores en el estudio.