Celulitis orbitaria secundaria a trauma ocular

La epiescleritis y escleritis son dos patologías esclerales inflamatorias que se caracterizan por signos como hiperemia y dolor ocular (1). Los invitamos para que lean el siguiente artículo, escrito por varios estudiantes del IX semestre de optometría, de la Universidad El Bosque.

Lina María Esteban
María Valentina Sánchez
Cristian Camilo Triana
Estudiantes de Optometría
IX semestre
Universidad El Bosque

La celulitis orbitaria (CO) es una infección de los tejidos posteriores al tabique orbitario y se caracteriza por un proceso inflamatorio que afecta los párpados, limitación del movimiento del globo ocular, disminución de la agudeza visual, quemosis, proptosis y afectación del nervio óptico en los casos más graves. A nivel sistémico hay un aumento de los leucocitos, fiebre y dificultad para respirar (1).

La causa más frecuente de pérdida de visión se debe a un absceso que comprime al nervio óptico o una posible proptosis en la que el ojo tiende a salirse de la cavidad orbitaria por la inflamación generada acompañada de una disminución leve o severa de los movimientos oculares por la misma presión que se genera, ocasionando un dolor ocular intenso. Describiendo en algunos artículos que la etiología en la celulitis orbitaria por trauma es inusual; sin embargo, la mayoría de eventos presenta un traumatismo a nivel palpebral acompañado de edema o fractura de la pared lateral del seno maxilar y un posible adelgazamiento de la pared medial (8).

Por lo anterior el propósito de esta revisión fue identificar los hallazgos oculares de la CO secundaria a trauma ocular para lograr analizar la lesión que en algunos casos ocasiona un hematoma en la parte lateral de la órbita que puede llegar a infectarse.

Epidemiología

La mayoría de los estudios sobre la celulitis orbitaria son realizados en países occidentales siendo los senos paranasales la principal causa de esta, y siendo los hombres de edad media los más susceptibles a la CO por trauma, con aproximados del 66,73 y 74% en países como India Estados Unidos y Canadá, siendo similar la prevalencia en China.

Tsirouki et al. (2018) indican una incidencia de 1,6 por 100.000 y 0,1 por 100.000 en niños y adultos, respectivamente, siendo más común en hombres que en mujeres confirmando los estudios que demuestran que el género masculino como factor de riesgo (1) (12).

Asimismo, un estudio realizado en China con una muestra de 148 pacientes y 148 ojos en total, informando el número de casos anuales con CO fue de aproximadamente 13,4 personas siendo un número similar en los 5 años de inicio pero en los siguientes 5 años se aumentó de una forma significativa en adultos de 42 años (6).

Según Barrios et al (2019) La celulitis orbitaria puede afectar a todos los grupos de edad, no es una afección común, pero compromete con mayor frecuencia la población pediátrica con una incidencia de 1,6 sobre 100.000 en niños comparado con 0.1 sobre 100,000 en adultos, sin embargo, en Colombia no hay datos epidemiológicos al respecto (9).

La celulitis orbitaria presenta menor frecuencia que la celulitis preseptal, esta última se caracteriza por la inflamación de los tejidos blandos anteriores al septum orbitario; sin embargo, puede manifestarse en todos los grupos de edad teniendo mayor impacto en la población infantil debido a que una de las etiologías con más frecuencia es la complicación de la inflamación de los senos paranasales (9).

La morbilidad y la mortalidad por CO han disminuido con el diagnóstico y el tratamiento oportuno, de allí la importancia del diagnóstico eficaz para evitar complicaciones que pueden llegar a ser letales por la extensión de abscesos periorbitarios, obstrucción del sistema venoso e infecciones cerebrales y meníngeas (1).

https://es.123rf.com/photo_218441984_v%C3%ADctima-de-violencia-dom%C3%A9stica-con-hematoma-y-hemorragia-subconjuntival.html

Metodología

Se realizó una revisión bibliográfica en bases de datos descriptivas o referenciales como PubMed, ProQuest, Science Direct, Lilacs, identificando artículos que explican la etiología, epidemiología, manifestaciones clínicas, factores de riesgo, complicaciones y específicamente la relación entre la celulitis orbitaria y trauma ocular con el uso de operadores booleanos AND, OR Y NOT y estrategias de búsqueda que incluyeron términos clínicos (Orbital and cellulitis and trauma)  en idioma inglés.

Resultados

La celulitis orbitaria es multifactorial, entre ellas la causa más frecuente en niños es la sinusitis etmoidal la cual puede se puede acompañar de un factor agravante como lo es un trauma cerrado (2).

Laycook et al. (2019) describe un caso con una etiología potencial diferente, en un paciente pediátrico que asiste a urgencias después de un traumatismo facial cerrado, con signos de eritema y edema en el párpado superior derecho y tejidos circundantes, además de hiperemia conjuntival, quemosis y oftalmoplejía, acompañado de leucocitosis, el manejo inicial fue con antibióticos intravenosos sin embargo en una tomografía computarizada se observó un acúmulo de líquido subcutáneo en la pared lateral de la órbita derecha y 36 horas después se manifestó una proptosis y la oftalmoplejía empeoró, por lo que se realizó una etmoidectomía anterior. Sin embargo, no tuvo resultado positivo y el paciente empezó a presentar disminución de la agudeza visual, alteración de la visión del color y edema periorbitario. En una nueva tomografía se analizó un absceso en el músculo recto superior, con desplazamiento inferior del globo, opacificación completa de los senos frontal, esfenoidal y maxilar derecho y se tomó la decisión de una disección submuscular hasta el borde orbitario, lavado del seno maxilar y tratamiento con antibiótico intravenoso. En las pruebas de microbiología no se encontró ningún hemocultivo ni infección en el seno maxilar y periostio. Finalmente, la paciente mejoró y sin embargo, persistió una ptosis residual leve del ojo derecho y entumecimiento en el lado derecho de la frente y se resolvió a los 10 meses siguientes (2) (Tabla 1).

Por otro lado, se describe un caso de un joven de 15 años que acudió tras un traumatismo facial cerrado con hematoma orbitario y desarrolló tumor hinchado de Pott con celulitis orbitaria y absceso subperióstico. En la tomografía computarizada (TC) se observa una fractura no desplazada de la pared lateral y adelgazamiento de la pared medial del seno maxilar izquierdo y un hematoma subperióstico en la órbita izquierda superotemporal, además de afectación de los senos maxilares izquierdo,derecho, frontal izquierdo y etmoidal. Al día siguiente el paciente regresó con fiebre de 102 °F, inflamación de los párpados, disminución de la sensibilidad a la palpación sobre el borde orbitario superior y el maxilar, aumento de 1 mm en la proptosis izquierda y quemosis hemorrágica inferior. Se realizó una nueva TC en la cual se identificó una tumefacción periorbitaria izquierda y hematoma orbitario superotemporal. El tratamiento fue de vancomicina intravenosa y ampicilina-sulbactam sin reducción de la fiebre y mayor dificultad para los movimientos oculares. Al tercer día se realizó orbitotomía anterior y un drenaje de absceso superotemporal. La resonancia magnética (RM) del cerebro y las órbitas 5 días después de la exploración orbitaria demostró osteomielitis ósea frontal, enfermedad continua de los senos paranasales y un pequeño absceso epidural sobre el lóbulo frontal. Posteriormente, se realizó etmoidectomía izquierda, uncinectomía y sinusotomía frontal con trepanación y colocación de catéter, extirpando 5 cc de pus y tratamiento antimicrobiano durante 6 semanas (8) (Tabla 1).

Asimismo, Nageswaram (2006) reportó varios casos de celulitis orbitaría en niños resultado de traumatismo o infecciones bacterianas; se evaluaron 41 niños en edades entre 10 meses a 16 años con una media de 7,5 años, con mayor frecuencia masculina, se encontró en el tamizaje signos como proptosis, oftalmoplejía, abscesos subperiósticos y orbitarios, los niños más pequeños tenían menor compromiso ocular, sin embargo, el recuento de leucocitos fue mayor. Los picos estacionales de celulitis orbitaria se identificaron desde finales de otoño hasta principios de primavera, por ende pudo estar relacionado con los cambios climáticos (4).

Se han identificado estudios con el fin de caracterizar los factores de riesgo de las evisceraciones oculares producidas por celulitis orbitarias secundarias a traumatismos en 10 años. Los participantes en su mayoría estaban hospitalizados y con diagnóstico de celulitis orbitaria con signos como oftalmoplejia, proptosis, quemosis, disminución de la agudeza visual, o algún tipo de absceso orbitario o de inflamación. Se registraron posibles factores predisponentes a celulitis tales como traumatismo, sinusitis, infección dental y antecedentes de cirugía, de igual forma la administración y/o consumo sistémico de antibióticos y glucocorticoides (6).

La CO se puede presentar cuando hay afección en los senos paranasales, siendo los niños los más susceptibles a padecerla (países occidentales), mientras que en países orientales donde la mayoría de pacientes con CO son adultos, de edad mediana y que pueden presentar en mayoría la CO con predominio de trauma (7).

Tabla 1. Reportes de caso con CO secundario a trauma

Autores Año Ubicación Tipo de trauma Presentación clínica (signos)
Laycock J, Wright OJ, Geyton T, Bowles P (2). 2020 Canadá Traumatismo facial Edema y eritema del párpado superior derecho, tejidos blandos circundantes, hiperemia conjuntival derecha, quemosis y oftalmoplejía en todas las direcciones.
Shahzeb Hassan, Bahram Rahmani, Jeffrey C. Rastatter, Alok I. Jaju & Sudhi P. Kurup (8). 2020 Chicago Lesión facial contundente con pelota de baloncesto Proptosis, edema palpebral, quemosis difusa, dolor a la palpación periorbitaria y restricción leve-moderada en todas las miradas.
Jiang Z, Zhongliu X, Ding X, Yang Y, Duan F, Lin X (6). 1994 China Traumatismo ocular cerrado Oftalmoplejía, proptosis, quemosis, disminución de la AV, o algún tipo de absceso orbitario o de inflamación.
Nageswaram S, Woods C, Benjamin D, Givner L, Shetty A (4). 2006 Estados Unidos, Carolina del Norte Traumatismo o infecciones bacterianas Sinusitis, proptosis, oftalmoplejía, abscesos subperióstica y orbitarios.

Fuente: Elaboración propia

Discusión

La celulitis orbitaria es una infección del tejido posterior al tabique orbitario, es multifactorial y es poco frecuente sin embargo en la edad pediátrica es una urgencia oftalmológica grave por el desarrollo inmunológico incompleto y requiere tratamiento multidisciplinar debido a posibles consecuencias potencialmente graves como la pérdida de la visión, meningitis y la muerte (3).

La celulitis orbitaria secundaria a trauma es inusual, aunque se ha identificado como factor de riesgo y factor agravante ya que los pacientes hospitalizados por CO secundaria a traumatismo, principalmente presentan signos de alarma para un absceso subperióstico o una trombosis del seno cavernoso debido a las alteraciones en los senos paranasales y en la pared orbitaria, la causa más común del trauma fue penetrante en el globo ocular. De igual forma que las complicaciones más importantes son la pérdida total de la agudeza visual y oftalmoplejía en todas sus direcciones. (5)

La mayoría de los casos son golpes en la órbita con objetos contundentes como una pelota o una sandalia, con inflamación facial progresiva de dos días al evento, fiebre, oftalmoplejía y un episodio de rinorrea o sinusitis. se analizó la secuencia en los casos descritos los cuales presentan una diferencia en el proceso inflamatorio, en uno expone el trauma como factor agravante de la sinusitis etmoidal y el siguiente la sinusitis etmoidal como consecuencia al trauma teniendo un diagnóstico de celulitis orbitaria con sinusitis maxilar (11).

El trauma va a provocar un aumento de fuerzas intraoculares que van a producir daño a las estructuras tanto del segmento anterior como del posterior, dependiendo de la intensidad, fuerza y velocidad del trauma. El daño ocular puede ser variable, a menudo con un examen superficial las lesiones no son obvias, sin embargo, puede provocar hemorragias y quemosis palpebral, hemorragia subconjuntival, edema y ruptura corneal, (10) estas fracturas comprometen las zonas más débiles de la órbita como consecuencia del aumento de la presión y sus agravantes corresponden a una compresión de la vasculatura y el nervio óptico (3).

Sin embargo, es importante distinguir entre celulitis preseptal, celulitis y absceso orbitario. Los abscesos orbitarios y subperiósticos tienen peligro de llevar al paciente al riesgo de ceguera, infección intracraneal o muerte. Las causas externas de infección que llevan edema periorbitario son más difícil que traspasen la barrera anatómica del septum orbital y resultan en complicaciones severas (15)

En muchos de los casos las personas que van a presentar mayor probabilidad de contraer la celulitis orbitaria secundaria a un trauma por accidentes laborales son hombres que tengan una edad media ya que a pesar del trauma, la edad será un factor predisponente al desarrollo de la misma, el administrar antibióticos y glucocorticoides donde ya se tenía como diagnóstico la celulitis orbitaria, se mejoraron de ésta un tercio de las personas hospitalizadas.(6) Para esto también es necesario identificar los factores de riesgo para poder determinar los métodos más efectivos para reducir la incidencia del mismo. (13)

Conclusiones

Al entender la celulitis orbitaria como una enfermedad que puede ser grave, se le debería dar mayor importancia en personas que puedan presentar posibles síntomas y/o personas que hayan tenido un accidente traumático a nivel ocular, brindar opciones de prevención tales como conocer los pasos a seguir si se presentan sinusitis,  el manejo en los traumatismos y/o en qué momento asistir para ser atendido y tratado ante una celulitis orbitaria, evitando así que se generen las secuelas más graves como la pérdida de la visión por completo o la evisceración en el globo ocular.

Agradecimientos: A la Dra. Diana Rey por la corrección de estilo y motivación por escribir.

BIBLIOGRAFÍA 

  1. Tsirouki T, Dastiridou AI, Ibánez Flores N, Cerpa JC, Moschos MM, Brazitikos P, Androudi S. Orbital cellulitis. Surv Ophthalmol. 2018 Jul-Aug;63(4):534-553. doi: 10.1016/j.survophthal.2017.12.001. Epub 2017 Dec 15. PMID: 29248536.
  2. Laycock J, Wright OJ, Geyton T, Bowles P. Facial trauma aggravating pediatric orbital cellulitis. BMJ Case Rep. 2020 Apr 20;13(4):e233230. doi: 10.1136/bcr-2019-233230. PMID: 32317364; PMCID: PMC7202721.
  3. Kornelsen E, Mahant S, Parkin P, Ren LY, Reginald YA, Shah SS, Gill PJ. Corticosteroids for periorbital and orbital cellulitis. Cochrane Database Syst Rev. 2021 Apr 28;4(4): doi: 10.1002/14651858.CD013535.
  4. Nageswaram S, Woods C, Benjamin D, Givner L, Shetty A. Orbital Cellulitis in Children. The Pediatric Infectious Disease Journal. Aug 2006. Vol 25(28).
  5. Jayamanne D, Bell R, Allen E. Orbital cellulitis – an unusual presentation and late complication of severe facial trauma. British Journal of Oral and Maxillofacial Surgery.1994. 32 (3), 187-189.
  6. Jiang Z, Zhongliu X, Ding X, Yang Y, Duan F, Lin X. Clinical characteristics and risk factors of evisceration un trauma-dominant órbita cellulitis a 19 test review. Frontiers in medicine.2022.
  7. Babar T, Zaman M, Khan MN, Khan MD. Risk factors of preseptal and orbital cellulitis. Journal of the college of physicians and surgeons pakistan. 2009, Vol.19(1):39-42.
  8. Shahzeb Hassan, Bahram Rahmani, Jeffrey C. Rastatter, Alok I. Jaju & Sudhi P. Kurup. Trauma-associated Pott’s puffy tumor: an ophthalmologic perspective, Orbit. 2020. 39:1, 38-40, DOI: 1080/01676830.2019.1573909
  9. Barrios L, Gutiérrez I. Celulitis periorbitaria y orbitaria en pediatría. Soc Colom Pediat. 2023. Vol. 22(1):13-21
  10. Santos JC, Pinto S, Ferreira S, Maia C, Alves S, da Silva V. Pediatric preseptal and orbital cellulitis: A 10-year experience. Int J Pediatr Otorhinolaryngol. 2019 May;120:82-88. doi: 10.1016/j.ijporl.2019.02.003.
  11. Chew WCD, Kwek JWM, Anicete R, Low MY. Pediatric orbital cellulitis: Case report of an unusual etiology and pathogen. Ear Nose Throat J. 2022 Jan 13:1455613211064002. doi: 10.1177/01455613211064002.
  12. Pelletier J, Koyfman A, Long B. High risk and low prevalence diseases: Orbital cellulitis. Am J Emerg Med. 2023 Jun;68:1-9. doi: 10.1016/j.ajem.2023.02.024.
  13. Sánchez R, Pivcevic D, Leon M, Ojeda M. Trauma ocular. Cuadernos de cirugía. 2018. 22(1), 91-97.
  14. Gonzales P. Domínguez A. Peñuela L. Globo ocular; patología traumática e inflamatoria. Sociedad española de radiología médica. SERAM. Vol.1 Núm.1(2022):36 congreso nacional SERAM
  15. Gutierrez C, Rivas B, Cárdenas A, Figueroa J, Del Hierro C. Celulitis periorbitaria. Cirugía plástica. Medigraphic. 2022. 32(2) 86-91.

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