Carta Editorial – Juan Carlos Plotnicoff
Bienvenidos a esta nueva edición de la revista 20/20. Con un primer semestre en el que hemos experimentado una reactivación del medio óptico con asistencia a los eventos superando las expectativas y acercándose o rebasando los números prepandemia, lanzamientos de nuevas tecnologías, equipos y productos por parte de las compañías y una gran cantidad de esfuerzos de asociaciones, universidades e investigadores encaminados a mejorar la calidad de vida de las personas con problemas visuales y a preparar a los profesionales de la visión para afrontar retos, como el incremento de la Miopía a nivel mundial, el panorama, definitivamente, se ha vuelto más alentador. Hoy, a pesar de que en muchos países continúa la incertidumbre, empezamos a superar los efectos de la pandemia y a asumir los grandes cambios que se dieron en todos los ámbitos a raíz de ésta.
En mi interacción cotidiana con diferentes empresas, ópticas y especialistas de la salud visual, además del tema de la Miopía y las diferentes tecnologías que han surgido para evitar su progresión, me he encontrado con un tema que, si bien es polémico para muchos, definitivamente llegó para quedarse: el uso de la Inteligencia artificial. El desarrollo de algoritmos que simulan la inteligencia humana se ha convertido en un gran interrogante ya que esto implica, de cierta forma “desplazar” el trabajo y la interacción que hasta ahora se destinaba exclusivamente a los humanos; sin embargo, en el campo de la salud visual en específico, puede convertirse en una gran herramienta para afrontar los nuevos desafíos de una manera rápida y eficaz. Y aquí no solo me refiero a los desafíos tecnológicos en los cuales ya hemos visto destacados avances como el OCT y diversos softwares de análisis y progresión de alteraciones visuales sino que además la IA puede ser un gran aliado a la hora de mejorar la atención y el servicio a nuestros pacientes y clientes. Entonces, mi reflexión con respecto a este tema es que si bien, la IA no sustituye la capacidad clínica y de interacción del profesional de la salud visual con sus pacientes, si se convierte en un gran complemento para su práctica. En el manejo de las ópticas y consultorios, podemos implementar estrategias que con el uso de la IA nos permiten crear mejores experiencias de servicio para nuestros clientes. Es por esto que debemos informarnos acerca de todas las nuevas tecnologías que se están desarrollando con IA y evaluar cuáles de estas complementan adecuadamente nuestro trabajo tanto en la óptica como en el consultorio. El reto es grande y aún queda mucho camino por recorrer en el ámbito de la IA pero con objetividad y utilizándola adecuadamente, sin duda, será de gran ayuda para que tanto los profesionales de la salud visual como el mercado óptico en general evolucionen de acuerdo a las nuevas tendencias y expectativas globales.