Como médicos, estamos en la mejor posición para marcar la diferencia con nuestros pacientes tanto en el presente como en el futuro.

Los médicos tenemos una oportunidad de oro para ayudar a educar a nuestro paciente mientras brindamos una atención médica óptima que afecta sustancialmente su desempeño y sus vidas en las próximas décadas.

Hay cosas que no podemos cambiar y que forman parte del cuadro de la miopía. Sabemos que los asiáticos, las mujeres y las personas con antecedentes familiares de miopía, son claves para el manejo de esta enfermedad. También sabemos que cuanto más joven es el niño, con un inicio de siete años o menos, mayor riesgo de progresión de la miopía. Cuando ambos padres son miopes, sabemos que el riesgo de que el niño y sus hermanos sean miopes es mayor.

Entonces, veamos las cosas que podemos cambiar. Estos son los pasos básicos y simples que todos podemos implementar en nuestras prácticas para ayudar a detener el tsunami de miopía. No tenemos que gastar mucha energía y tiempo en la silla, pero si cada uno de nosotros hace un poco, juntos podemos lograr mucho.

Más tiempo al aire libre, menos tiempo frente a dispositivos digitales. Informe a sus pacientes que un mayor tiempo al aire libre y menos tiempo frente a la computadora y los dispositivos portátiles pueden marcar la diferencia. Aconsejar un máximo de 20 minutos a la vez en la computadora, combinado con pasar entre 1 y 3 horas al día al aire libre, puede ser un elemento crítico en el control de la miopía. Es importante tomar descansos regulares y se pueden complementar con lubricantes oculares para combatir el ojo seco que a menudo se asocia con el uso prolongado de la computadora.

Considere los lentes de contacto: Las lentes de contacto son una opción, tanto RGP como blandas. La edad no es el factor determinante a la hora de tomar la decisión de adaptarse a un paciente joven. Otros factores, como la madurez, la cantidad de corrección, la motivación y la higiene personal son fundamentales para determinar si esta opción es apropiada. Si los lentes de contacto no son una opción adecuada en este momento, sienta las bases para el futuro.

Ofrezca Ortho-K: Si se siente cómodo utilizando la ortoqueratología (Ortho-K), esta opción debería formar parte de su cartera de recomendaciones. Si no se siente cómodo, hay otras opciones disponibles que marcarán la diferencia para su paciente, o lo derivarán a un colega que haga Ortho-K.

Vea a los pacientes con más frecuencia: Programe que los pacientes en riesgo sean atendidos con más frecuencia, especialmente si parece que su corrección está aumentando, incluso a un ritmo moderado.

Recetar terapia con medicamentos de dosis baja: El uso de la terapia con medicamentos de dosis baja (atropina) puede ser parte de su arsenal.

Receta anteojos multifocales o progresivos: Los anteojos son siempre una opción, pero es posible que desee considerar el uso de lentes multifocales o progresivos. Incluso los anteojos para leer pueden resultar beneficiosos. Cualquier insuficiencia acomodaticia, o incluso esoforia, debe formar parte de la evaluación básica del examen.

Verifique la distancia de trabajo del paciente:  La experiencia nos dice que los niños sostienen los materiales más cerca que la mayoría de los adultos, por lo que se recomienda mantener una distancia de trabajo superior a 25 cm.

Realice una historia clínica exhaustiva y realice un examen binocular: Realizar una historia clínica completa y un examen binocular para que sus recomendaciones se basan en los hechos del examen y sus resultados. Su historial debe incluir problemas con dolores de cabeza, problemas de atención, bajo rendimiento académico, etc. Necesita los hechos y esos hallazgos para diseñar el mejor plan de acción. Cada vez que vea al paciente, debe reevaluar sus opciones a la luz de sus hallazgos y lo que es mejor para su paciente.

Comprenda los miedos y las expectativas del paciente: La comunicación con el paciente es primordial cuando se trabaja con una persona miope y es importante emprenderla antes de implementar un plan de acción. Después de todo, tu objetivo es claro: gestionar y controlar la miopía. Hacer eso requiere que todos estén en sintonía y que usted pueda monitorear a su paciente.

Ahora es el momento de intensificar y proteger la visión futura de nuestros pacientes más jóvenes controlando su miopía. Si bien nos concentramos en nuestros pacientes y sus familias, es fundamental que también involucremos a nuestro personal en este proceso. Recuerde, a menudo son las personas en las que los pacientes confían o buscan refuerzos.

Solo toma unos momentos de nuestro tiempo durante nuestro examen de paciente para discutir el manejo de la miopía, y realmente puede hacer una gran diferencia. Trabajemos juntos para implementar estas técnicas básicas de modificación del comportamiento y libremos esta batalla juntos.

Una fuente excelente, “Pautas para el manejo de la miopía”, del Brien Holden Vision Institute (BHVI), lo ayudará a evaluar a los pacientes y formular un plan para controlar la miopía. La calculadora de miopía en el sitio web de BHVI es fácil de usar y útil para calcular la evaluación de riesgos y la necesidad de gestión.

Otro gran recurso: Review of Myopia Management es una fuente líder de información clínica, de gestión de la práctica, de mercado y de investigación sobre la miopía para los profesionales de la salud visual.

Pamela Miller, OD, FAAO, JD, FNAP