¿Por qué el jugo de naranja no es igual en todas partes?

Seguramente ha logrado percibir la notable diferencia de sabor que presenta un jugo de naranja hecho en casa, en la calle o en un lugar especializado de frutas y batidos, porque probablemente cambia la experiencia y la sensación al degustarlo.

Lo mismo sucede con el tratamiento ar

Autor: Marcela Ayala

Optómetra ULS

Experta en Recubrimientos Ópticos

Directora Científica Optoreflex

Seguramente ha logrado percibir la notable diferencia de sabor que presenta un jugo de naranja hecho en casa, en la calle o en un lugar especializado de frutas y batidos, porque probablemente cambia la experiencia y la sensación al degustarlo.

Esto se debe a diversos factores que intervienen en el resultado final del producto como lo son: la selección de las naranjas, el proceso de fabricación e inclusive las condiciones técnico-sanitarias del lugar de preparación

Dicha analogía se puede trasladar a los tratamientos antirreflejo (AR), los cuales cuentan con algunas variables internas y externas que afectan directamente el producto final y por lo tanto la vida útil, la resistencia y la durabilidad del tratamiento, de una forma similar, como un cambio en el proceso, puede convertir unas simples naranjas en un amargo jugo.

Para obtener un resultado óptimo, se requiere de unas condiciones mínimas que permitan realizar la aplicación de la película (AR) en los lentes como lo son el anti-raya, una limpieza preliminar, equipos eficientes, insumos de alta calidad, una receta instalada, un operario capacitado, entre otros, que se presentarán a continuación detalladamente.

Variables internas

Corresponde a las características propias de un producto, como son su masa, volumen, tamaño, forma, color, densidad, dureza, maleabilidad, etc.

Materia prima y tratamientos

Elegir la materia prima es de suma importancia para garantizar la calidad de cualquier producto. En el caso del jugo de naranja natural que es más apreciado que los jugos reconstituidos, usted debe escoger unas naranjas frescas, dulces y jugosas, aunque su precio sea un poco más alto para garantizar un buen producto, algo similar sucede con el material de las bases a las cuales queremos darles AR.

Este es un punto conveniente de aclarar, debido a la variedad y disponibilidad de materiales en el mercado óptico, en donde podríamos afirmar que todos los materiales para lentes oftálmicos son plásticos. Sin embargo, una de las diferencias, está en que pueden clasificarse en plásticos termoestables endurecidos como el CR39 (monómero) y otros termo plásticos como el policarbonato (polímero).

Estos materiales tan comúnmente recomendados, son fabricados utilizando procesos, sustancias químicas y moldes distintos que brindan características propias que los hacen únicos.

Hasta cierto punto, todos los materiales de los lentes se expanden y contraen en función de la temperatura del entorno. Los lentes CR39 se expanden en temperaturas cálidas y se contraen en temperaturas más frías. Esto presenta un desafío significativo al diseñar recubrimientos ópticos y películas delgadas.

Si las películas, los recubrimientos, los tratamientos y el material del lente no se expanden y contraen a la misma velocidad, los recubrimientos y / o películas pueden separarse de la superficie del lente. Este problema hace que los mismos aparezcan nublados o que muestren un efecto de agrietamiento llamado: “Crazing” que es un término usado para describir un revestimiento que se ha separado del material del lente base.

Es por esto que se recomienda que cuando los especialistas envíen los trabajos a su laboratorio de preferencia, los lentes sean clasificados por material, para controlar la temperatura y los tiempos en el proceso de limpieza y desgasificación, antes de aplicar el tratamiento AR.

Hay que asegurarse también, que ambos lentes sean del mismo origen o fabricante y preferiblemente del mismo número de lote, para evitar variaciones significativas en el color residual del AR.

Prácticamente cualquier lente puede ser recubierto con AR, incluidos los tintables y fotosensibles. Sin embargo, las altas temperaturas en el proceso de limpieza pueden echar a perder los lentes, debido a que previamente han pasado por procesos donde ya se han alterado sus características físicas. Cabe aclarar que el recubrimiento AR afecta ligeramente la transmisión de luz y por lo tanto, la capacidad de cambio de las partículas foto-cromáticas  y el color del tinte, donde pueden observarse ligeras diferencias en el color residual del AR.

Tratamiento resistente a las rayas o a la abrasión

También llamado, hard coat o lacado, es hoy un estándar y requisito fundamental  para aplicar un tratamiento antirreflejo para dar mayor adherencia a la película. Se usan lacas que actúan como amortiguador entre la superficie del lente y el recubrimiento AR, con un espesor aproximado de 2 μm (micras), haciendo la superficie más resistente y aumentando significativamente la durabilidad del tratamiento sobre el lente.

Sin embargo, dependiendo de su lugar de origen, el fabricante puede hacer el producto más accesible y como resultado, menos resistente a las rayas y ahora  más  “tintable”.

El policarbonato por ejemplo, es un material blando, altamente resistente al impacto y susceptible a rayarse; el CR 39 es un material endurecido, menos resistente al impacto, pero aún más susceptible a rayarse si no tiene tratamiento anti-raya.

No todos los lentes vienen con tratamiento anti-raya y no todos los laboratorios ópticos la aplican en la cara interna o posterior después del proceso de talla, por lo que esta situación afecta significativamente el resultado final del AR, ya que durante el proceso bien sea automatizado o manual es susceptible de rayarse.

VARIABLES EXTERNAS

Corresponde a las características independientes de la naturaleza del producto como son: procesos, maquinaria, calidad y seguridad entre otros.

Limpieza

Cuando va al supermercado, por lo general, usted es muy cuidadoso al elegir las naranjas que va a llevar para el desayuno. Normalmente se fija que la fruta tenga un color uniforme y que no este muy madura y al llegar a la casa las lava con abundante agua y jabón pues como bien se sabe, las frutas son alimentos muy susceptibles a contaminarse con sustancias o agentes patógenos ya que provienen de la tierra y están en constante contacto con microorganismos y factores ambientales.

A su vez, el proceso de limpieza para la aplicación de tratamiento antirreflejo a los lentes oftálmicos es fundamental, debido a que conlleva un proceso altamente técnico que implica en primera instancia, la inspección de la superficie para detectar posibles defectos visibles y microscópicos de tipo cosmético o mecánico con una lámpara de luz blanca y contraste, para asegurar una superficie óptima para la aplicación del tratamiento.

Una pequeña mancha, una pelusa, un punto, un poro, una huella digital, o una raya en un lente, previo al proceso de aplicación del AR, puede causar un defecto final irremediable sobre el tratamiento antirreflejo. Tenga en cuenta, que aunque el espesor del recubrimiento AR es más delgado que el grosor de un cabello, la transmisión de la luz aumenta y por lo tanto todo se va a notar más.

Limpiar un lente es una actividad común y una práctica diaria en una óptica para cualquier asesor. Sin embargo, a nivel de un laboratorio óptico, la limpieza puede ser automatizada al 100%  o  manual,  procesos que demandan tiempos distintos.

Al preparar una superficie en el laboratorio, para aplicar tratamiento AR, no debe usarse agua corriente del grifo, toallas, alcohol, paño microfibra o cualquier otra sustancia, puesto que estos elementos no tienen la capacidad de reducir la tensión de la superficie del lente ni de eliminar materiales orgánicos. Para ello, debe utilizarse agua des-ionizada que optimice la conductividad y elimine totalmente las impurezas y sustancias como cloro, cloruros y calcio; de esta forma, se evita que el lente se contamine durante el proceso del tratamiento AR.

La limpieza debe combinarse con detergentes especiales de pH básico, temperaturas controladas y preferiblemente con ultrasonido de alta frecuencia, para disminuir  la tensión superficial de los lentes, a través de fuerzas mecánicas que lo limpien.

Entorno, equipos y mantenimiento

Si usted desea montar un negocio de jugos y batidos, no sólo necesita un local, un exprimidor y una licuadora. El local debe cumplir con los requisitos de diseño higiénico que exigen las autoridades de salud para el procesamiento de alimentos y debe segmentarse de acuerdo a los espacios requeridos para instalar  la recepción de la fruta, sala de proceso, sección de acondicionamiento y empaque,  despacho, oficina y servicios sanitarios entre otros.

Para aplicar los recubrimientos, también se deben cumplir ciertas especificaciones en instalaciones, adecuaciones, procedimiemtos, acondicionamiento entre otros. Algunos laboratorios de AR tienen instalaciones de “sala limpia”. Esto significa que el proceso de aplicación se lleva a cabo en un entorno donde el polvo y otras partículas contaminantes se reducen a un nivel muy bajo gracias a las adecuaciones especiales y a unos procedimientos específicos diseñados para garantizar que el proceso de recubrimiento se realice de manera efectiva y adecuada.

Hay que asegurarse de realizar todo el mantenimiento recomendado por el fabricante regularmente. En particular, es importante cambiar los detergentes de los tanques, los filtros, controlar la calidad del agua des-ionizada, lubricar la bomba turbo, limpiar las piezas de la cámara de vacío, con la frecuencia de tiempos establecida para asegurar la calidad del producto. Un equipo de AR  debidamente limpio, cuidado y con un mantenimiento programado preventivo, siempre funciona mejor. No hay que esperar a que se presente una falla técnica para tomar medidas.

Incluso, los fabricantes de equipos ofrecen entrenamientos, acerca de la instalación, mantenimientos y el proceso de AR, que crean destrezas en el operario para dominar toda la operación.

Sin embargo, algunos equipos pueden incluso, estar conectados con el fabricante a través de un acceso remoto y una cámara, con el fin de brindar un soporte técnico en tiempo real. Estos equipos ahora son más amigables e intuitivos; emiten alarmas cuando detectan un problema durante el proceso y así mismo generan un listado de posibles causas y también de soluciones fáciles de entender para el operario del equipo.

Insumos y recetas

Con la tendencia de los smoothies (o también conocidos como batidos de fruta), usted puede hacer cualquier cantidad de recetas con naranja para sorprender a sus comensales, puede ponerle al jugo un poco de banano y avena o tal vez fresas y jengibre o incluso agregarle pulpa de mango y suena curioso pero lo mismo pasa con el AR, ya que dependiendo si es hidrofóbico o súper hidrofóbico cambia su receta y por lo tanto las características del tratamiento. De hecho cada fabricante o laboratorio local, tiene su propia fórmula o recetas instaladas.

Los revestimientos antirreflectantes ayudan a reducir los reflejos y aumentan la transmisión de luz para mejorar la eficiencia visual. Los lentes con tratamiento AR, tienen múltiples capas de películas delgadas microscópicas, compuestas por revestimientos duros de óxidos metálicos, silicio, y capas de bajo y alto índice de refracción, que se alternan dentro de una cámara de alto vacío a altas temperaturas.

Los tratamientos súper-hidrofóbicos tienen una capa oleofóbica y capas amortiguadoras, que hacen que la superficie del lente sea más lisa, más fácil de limpiar y menos probable que se vuelva grasa y atraiga el polvo. Algunos fabricantes también aplican una receta con capa de revestimiento antideslizante para ayudar a evitar el deslizamiento del lente durante el proceso de bisel.

Algunos de los insumos utilizados son: filamentos, cristales de quarzo, óxidos metálicos como: cromo (Cr), dióxido de silicio (SiO2) y dióxido de titanio (TiO2) entre otros. La calidad de los mismos depende del fabricante que lo provea y de la reutilización indebida de algunos de ellos.

Procesos

El proceso de elaboración del jugo de naranja, consiste en seleccionar, manipular, lavar y exprimir las naranjas para extraer el jugo. Seguidamente se filtra para separar las semillas y por último se sirve en el recipiente final. Esto sin mencionar la importancia de la adecuada manipulación y la conservación en ambientes refrigerados.

Para aplicar los recubrimientos, antes que nada se deben tener las manos limpias y usar equipos de protección personal para el ingreso a la zona blanca a través de una exclusa (polainas, guantes, gorro y vestido anti-fluídos) para garantizar  las condiciones de limpieza dentro del área blanca.

El proceso de aplicación de AR,  incluye la recepción técnica al área, acompañada de una inspección óptica utilizando cajas de luz con contraste, limpieza, desgasificación, preparación en el domo y luego la cámara de vacío, donde se lleva a cabo la aplicación del tratamiento como tal.

Los procesos de aplicación de AR y por ende, los tiempos pueden ser distintos en cada laboratorio, dependiendo de los equipos utilizados, el sistema de limpieza: manual o automatizado, la permanencia de los lentes  en los hornos para des-gasificar o eliminar los restos de agua producidos por la limpieza y los controles de calidad que se implementen para cada fase del proceso incluyendo el uso del espectrofotómetro.

Cuando todos los procesos del laboratorio de AR se estandarizan  en una estructura comprensible y práctica, aumentan las oportunidades de garantizar que los lentes a los que se les aplica el tratamiento AR, se generen con una mayor calidad y durabilidad.

Controles

Toda empresa debe tener un sistema de control de calidad en diferentes aspectos. En la materia prima, para el caso especifico del jugo de naranja, controlar que las  frutas a procesar, sean  frescas y estén sanas, es decir sin magulladuras, defectos o demasiado verdes. En el proceso, comprobar que las operaciones extracción, filtrado y envasado se realicen de forma rápida para que el jugo no se oxide o se altere el color. En el producto final, verificar que el jugo no este ácido o demasiado dulce, etc.

De esta misma forma, un laboratorio óptico de alta complejidad, debe implementar procedimientos efectivos no solo para acondicionar un lente o dispositivo médico con tratamiento AR, sino también para efectuar controles de calidad por parte del Director Científico en cada fase del proceso: antes, durante y al final.

Recordemos que el operario que fabrica, produce o aplica el tratamiento AR en el laboratorio, no debe hacer el control de calidad.

En conclusión, se deben elegir unas buenas naranjas para que el jugo quede rico y utilizar unas buenas bases de origen con tratamiento anti-raya para que la aplicación del AR tenga mayor adherencia, resistencia y mayor tiempo de vida útil.

Es importante lavar muy bien las naranjas para eliminar todos los microorganismos contaminantes y realizar un proceso de limpieza exhaustivo para preparar adecuadamente los lentes para la aplicación del AR.

No basta con tener un exprimidor de naranjas, se debe cuidar y limpiar. Así mismo, los equipos utilizados en la aplicación de tratamiento AR deben tener un mantenimiento constante y preventivo.

No se deben utilizar las naranjas exprimidas para hacer más jugo. La calidad del producto final depende del uso de nuevos insumos.

Hacer un jugo de naranja no tiene ciencia, pero tiene un paso a paso; de igual forma se debe implementar un proceso definido, claro y organizado para la estandarización de la aplicación del AR.

Antes de llevarles el jugo a los invitados, pruébelo y así mismo asegúrese  de realizar controles de calidad en cada fase del proceso de la aplicación de este tipo de recubrimientos.

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